Málaga activa al fin el primer contrato para multiplicar el valor verde del Monte Gibralfaro

Una de las acciones clave del Plan Especial era la de 'Econecta Gibralfaro', que incluía medidas para mejorar el ecosistema de bosque mediterráneo del monte y su adaptación al cambio climático, así como la construcción de un falso túnel sobre la calle Ferrándiz, a la altura del colegio El Monte, para conectar peatonalmente Gibralfaro con el monte Victoria. Esa conexión no obtuvo respaldo del Gobierno para la asignación de fondos europeos y queda aparcada por ahora.

Hace unos meses, el Ministerio de Transición Ecológica sí otorgó 2,1 millones para el programa verde. Es la mitad de lo que se solicitó pero supone un volumen inversor cuantioso, cuya tramitación arranca ahora con este estudio valorado en 31.865,64 euros y que tiene un plazo de redacción de tres meses. Es un proyecto en el que están implicados, además del Ayuntamiento y el propio Gobierno, la Unión Europea y la Universidad de Málaga.

En suma, mejorar el ecosistema verde y potenciar la conexión del corredor con el Monte Victoria es una de las claves del proyecto, según se recoge en su memoria. «Así, tanto la restauración como la recuperación de la flora autóctona y los hábitats específicos para la fauna existentes en Monte Gibralfaro permitirán mejorar las condiciones para la estancia y nidificación de especies de la avifauna autóctona protegida como: vencejo común y pálido; cernícalo primilla y cernícalo común; autillo; mochuelo; lechuza; cárabo; halcón y peregrino», cita el documento que también habla del riesgo de plagas. Precisamente, uno de los mayores riesgos para este espacio, al igual que en muchos puntos del país, es la conocida como seca del pino, que está aniquilando de manera súbita a centenares de ejemplares (más de 1.000 han tenido que ser talados en Málaga). Se trata de una tormenta perfecta a partir de la conjunción de la sequía y de un nematodo (pequeño gusano) oportunista que utiliza a un escarabajo como vector. El asunto preocupa tanto que ha motivado un convenio del Ayuntamiento con la Universidad de Córdoba.

Entre la fauna que se quiere fomentar están el sapo corredor, el eslizón ibérico, el lagarto ocelado y el bético, la culebra de escalera, córvidos, murciélagos, rapaces y camaleones, entre otras muchas especies.

El programa se propone restaurar suelos contra la erosión. Se contemplan trabajos de hidrotecnia, reducción de escorrentías superficiales, capacidad de retención de agua en taludes...

Otro elemento es el de la recuperación de hábitats. En este campo se plantean entresacas, erradicación de plantas alóctonas, revegetación con especies autóctonas, rehabilitación de puntos de agua para anfibios, creación de reptiles, cajas nido para aves insectívoras y el control de cotorras argentinas, jabalíes o gatos ferales....

En la vertiente de promoción de hábitos de vida saludable, se plantean multiplicar los usos deportivos y de educación ambiental.

Como trabajo previo, se contempla un intenso proceso de toma de datos y estudio con un diagnóstico del estado natural del entorno, características bioclimáticas, geología, hidrografía, geomorfología, litología, espesor del suelo, vulnerabilidad ante la contaminación, árboles singulares, masas forestales, fauna... Todo quedará cuantificado y censado. Se trata de conocer exactamente el estado de salud de este hábitat urbano que aúna valores ambientales y monumentales en pleno Distrito Centro.

Del mismo modo, habrá que analizar la mejora de infraestructuras viarias y medidas de defensa contra los incendios forestales.

La parte urbanística del Plan Especial está valorada en 11 millones de euros y sigue sin impulso claro. El Consistorio pretende arrancar este año, pero lo cierto es que desde 2021 hay partidas consignadas en presupuestos. Las primeras obras consistirán en la adecuación de la ladera sur del monte para consolidar los terrenos y habilitar un sendero peatonal desde el paseo junto a La Coracha, que conecta la Alcazaba con el castillo de Gibralfaro, hasta la carretera de acceso al parador y el castillo. Esta fase está valorada en 1.383.590 euros.

Asimismo, el Consistorio tiene pendiente invertir 1,7 millones de euros en una de las dos fases en las que ha dividido las actuaciones en la ladera del monte que da a la trasera de los edificios de la calle Victoria. En concreto, ese dinero servirá para la recuperación y puesta en valor de restos de lo que fue cementerio musulmán en este enclave a modo de jardín, en la trasera de la calle Agua, y para crear un sendero que permita llegar a esta zona desde la calle Mundo Nuevo. Asimismo, están previstas mejoras en las calles Agua y Picacho.

La otra fase para ese entorno, valorada en 1,2 millones de euros, se denomina 'Bypass Gibralfaro' y consiste en generar un recorrido peatonal desde la trasera de la calle Picacho hasta la calle Pinosol, con zonas de estancia. Este proyecto cuenta con una subvención de la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, que es el organismo autonómico que contratará y ejecutará la obra, según el acuerdo al que llegó con el Ayuntamiento. Sin embargo, el Gobierno andaluz no la ha licitado todavía.

Por último, Urbanismo ha proyectado 2,1 millones de euros para una cuarta etapa de trabajos de urbanización en el ámbito del plan de Gibralfaro que consistirá en mejorar el drenaje y saneamiento de la zona con una nueva red de riego, hidrantes, fuentes de agua potable, red eléctrica y alumbrado.