Secciones
Servicios
Destacamos
¿Es más eficiente un servicio público prestado por la Administración o a través de una empresa privada? Éste es un debate que está inmerso en numerosos ayuntamientos del país, y que también se ha mantenido en el de Málaga a colación del futuro de ... Limasa. En su papel de economista y director del Observatorio de Residuos Urbanos (OSUR), una institución impulsada por la Asociación por la Excelencia de los Servicios Públicos, Lorenzo Dávila afirma que, por regla general, la gestión privada «es más eficiente» y llega a afirmar que remunicipalizar «va contra la lógica económica».
–¿Cuál es la labor del Observatorio de Servicios Urbanos?
–Hacemos un seguimiento de los servicios públicos que se prestan en España y tratamos de aportar soluciones viables allí donde exista un problema. Lo que buscamos es la calidad de los servicios con un criterio técnico, pero también económico porque los recursos son escasos.
-En el libro 'Remunicipalización, ¿Ciudades sin futuro?, del que es coautor, se aborda la tendencia de algunos ayuntamientos de recuperar la gestión de servicios. ¿A qué se debe?
–Me gustaría matizar que hablar de remunicipalización es falso, porque el servicio siempre va a ser municipal independientemente de quién lo preste. Es la Administración la encargada de la gestión política fijando parámetros de calidad, pero otra cosa es la gestión material, que puede ser directa, privada o mixta. Y cuando analizas a nivel general hay gestiones públicas que funcionan bien, aunque el problema es que la Administración, en esa responsabilidad de garantizar y supervisar el servicio, se convierte en juez; pero cuando lo gestiona también se convierte en parte y ahí surge un conflicto de intereses. Dicho eso, si un servicio de gestión directa funciona, mejor no tocarlo.
–¿Hay servicios más proclives para un determinado modelo de gestión?
–No. Siempre que se le pueda poner precio es susceptible de transferirse al sector privado, y llegados a este punto, la gestión de un operador privado va a ser más eficiente porque está especializado en esa materia.
–¿Cómo se logra ese equilibrio entre coste y calidad del servicio?
Cuando se presta un servicio se puede hablar de eficacia, en el sentido de que algo es eficaz cuando se hace, como recoger la basura. Pero otra cosas es ser eficiente, que consiste en cumplir unos objetivos con el menor coste. Lo bueno que tiene una prestación a través de entidad privada es que, si no funciona, la Administración lo tiene relativamente fácil: nuevo concurso y que venga otro que lo haga mejor. Pero si eso ocurre con una gestión pública no puedes cambiar el operador tiendes a encubrir el problema ya que eres juez y parte.
–Málaga está en plena municipalización de la limpieza. ¿Cómo lo ve?
–En Málaga hay un problema con la limpieza como demuestra la baja satisfacción ciudadana, y la solución pasa por dos cuestiones. Una es la concienciación y la otra, la inversión. Sobre la concienciación, el problema es que no está explicitado el coste del servicio al estar encubierto a través de impuestos como el IBI, así que el ciudadano tiene noción de lo que le cuesta tirar el papel al suelo. En cuanto a la inversión, hay estudios que cifran en más de 60 millones el coste necesario para renovar la flota y la maquinaria en los próximos años. Y en este punto, hacer frente a ese endeudamiento desde el ámbito público no sólo implica limitaciones en el cumplimiento de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, sino también dejar de invertir en otros servicios.
–¿Considera que, en términos económicos, municipalizar la limpieza en Málaga es un paso atrás?
–Creo que sí, es una involución. Igual que fue una evolución a finales del siglo XIX cuando las administraciones asumieron la responsabilidad de los servicios que habían surgido de la iniciativa privada, uno de los grandes avances en eficiencia de gestión desde los años 60 viene de pensar que el Estado no es el único que tiene que hacer frente a la inversión y a la prestación de servicios públicos. Y ahí la participación privada es clave.
–Pues en Málaga hay un sistema mixto que no satisface a nadie.
–Eso es simplificar, porque en este caso no hay control ni fijación de precios de mercado. No critiquemos el modelo mixto, critiquemos el modelo mixto que tiene Málaga.
–¿Municipalizar es más una cuestión ideológica que económica?
El caso de Málaga es la excepción porque el alcalde, Francisco de la Torre, es del PP, pero la realidad es que es uno de los discursos que de alguna forma han cogido partidos de nuevo cuño que se pueden llamar populistas y que tratan de transformar conceptos económicos en cuestiones de tipo político. La realidad es que esas ideas de remunicipalización van en contra de la lógica económica, lo cual no quiere decir que no haya casos concretos de una gestión privada que se esté haciendo mal. Pero insisto, si eso ocurre lo que hay que hace es quitar al operador y sacar un nuevo concurso.
–Según el último estudio del Observatorio de Servicios Urbanos, los servicios mejor valorados por los malagueños son el agua y el transporte, ambos prestados por empresas públicas; mientras suspenden la limpieza viaria y el cuidado de zonas verdes, que están en manos privadas. ¿Cómo lo explica?
Depende de cada ayuntamiento. Hacemos una macroencuesta a nivel nacional y hay casos donde la gestión directa sale bien, la privada sale bien y la mixta sale bien, y al revés. Entendemos que los tres sistemas son perfectamente válidos si atiendes a la satisfacción. Pero imaginemos que el coste de la limpieza fuese el doble y Málaga estuviera maqueada. La gente lo vería fantástico, pero no por eso tiene que ser eficiente porque se estaría dilapidando dinero. Una cosa es la eficacia y otra la eficiencia.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.