En este local en la calle San Juan los turistas podían almacenar sus maletas de manera temporal. Ñito Salas

Se vende / se alquila: Málaga se empieza a llenar de locales vacíos por la crisis

Primero la pandemia, luego la ausencia de turistas y el auge del comercio online. Málaga se empieza a llenar de establecimientos sin negocios

Martes, 2 de marzo 2021, 00:01

El futuro de Málaga se decide en lugares como la calle Cárcer. Es un miércoles a primera hora de la tarde, hace una temperatura agradable, pero apenas se percibe un movimiento reseñable de personas. Hay dos librerías y una pequeña tienda de ropa. Un ... giro a la derecha, dirección al Teatro Cervantes, aparecen varios restaurantes. Dos son de comida mejicana. Los dos están cerrados. Uno ya lleva la sentencia escrita en forma de un rótulo fijado en la fachada: se alquila.

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Una mirada hacia la izquierda, apuntando hacia la plaza Uncibay, hace aparecer no menos de cuatro locales vacíos. El verdecito es el mismo: se busca alguien que se atreva a explotarlos. La pandemia, que empieza a estirarse como un chicle, deja varias preguntas que buscan respuesta. Una de ellas es la siguiente: ¿Alguna vez volverán a albergar vida estos espacios que antes del coronavirus estaban cotizados? Como siempre que se busca contestar sobre un futurible aparece la palabra incertidumbre para explicar que en estos momentos nadie sabe dónde se estará ya no dentro de un año.

El Centro, no hace tanto de eso, llegó a tener, de facto, un cero por ciento de locales o espacios no aprovechados. Era antes de marzo de 2020 y Málaga estaba en plena escalada turística, la que se inició ya algo más de una década. Entonces llegó el coronavirus y con él el fin del turismo. Confluyen más fenómenos. En paralelo ha ido creciendo el comercio online a causa de los prolongados confinamientos y las restricciones horarias que aún perduran. Hay algunas voces pesimistas que ya ven el principio de un final.

Las imágenes que acompañan esta información han dejado de ser una excepción. Los carteles de se alquila afloran en muchas calles del Centro y evocan decadencias olvidadas del pasado. Parecen una campana que toca el inicio de una crisis económica a nivel local. En la calle Atarazanas número 13 hay otro ejemplo. Un local que hace esquina, amplio, justo enfrente del mercado. Hasta hace poco aquí había un local que despachaba comida para llevar y contaba con una terraza. Es un ejemplo paradigmático del Centro: un negocio que vivía del volumen. Con las terrazas del Mercado de Atarazanas siempre llenas, la clientela estaba asegurada por el mero principio del rebote. Los cruceristas, de paso, ejercían como maná y el Centro era como una pecera: si se echaba la caña se pescaba algo. Málaga, convertida en un atractivo destino turístico, logró crear una propia economía en torno al viajero extranjero. La preocupación ahora es en todos los sitios la misma. Sin turistas, locales que presumían de buena ubicación, ya no resultan tan atractivos. Una espiral descendente que encadena un lugar vacío con otro.

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La calle San Juan es un perfecto ejemplo. El número 28, un local de unos 500 metros cuadrados, se había reconvertido en un punto para que los turistas pudieran aparcar sus maletas o contratar viajes exprés a la Alhambra o el Caminito del Rey. Este tipo de negocios han perdido su razón de ser. La calle Salvago es otra pasarela de negocios cerrados.

También sufre el pequeño comercio. Sin turistas y castigado por las restricciones, mucha clientela local ha descubierto en esta pandemia el comercio online. Si algo ha tenido el coronavirus es que incluso los más reacios han acabado pidiendo algo en Internet. Por obligación. Entre los comerciantes crece la preocupación de que se esté ante un proceso irreversible.

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Los centros de las ciudades como lugares de compra y esparcimiento están amenazados. Entonces, ¿es solo la crisis de sectores concretos como el turismo o el comercio o es la crisis de una idea? La presidenta de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Málaga, Juanibel Vera, señala que «el Centro empieza a recordar a lo que se ve en La Habana o Caracas. Pasear por un centro donde no hay nada. Solo locales vacíos, maniquíes llenos de polvo o telarañas». Vera pide al Ayuntamiento que hable con los dueños de los locales para que tratar de poner «trampantojos» o algo que mejore visualmente los escaparates vacíos «para evitar esa imagen de decadencia que se empieza a dar».

Demanda existe

El director para Málaga y Andalucía de Savills Aguirre Newman, José Felix Pérez-Peña, asegura que sigue existiendo interés en Málaga y atribuye el incremento de los locales vacíos a la situación coyuntural de la pandemia. «El problema es que la demanda que existía antes en el Centro era el 70% restauración. Es lógico que haya locales vacíos», señala que el problema ahora es la incertidumbre. «Las propiedades tienen que asumir también que los precios no van a ser iguales durante un tiempo. Eso es seguro», añade.

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