El nuevo baldeo de Limasa obligará a los vecinos a retirar el coche o lo moverá la grúa

En menos de un mes, el Ayuntamiento de Málaga ha pedido a los vecinos que denuncien las viviendas turísticas ilegales, que no cometan infracciones urbanísticas para no saturar el departamento municipal que las tramita y, ahora, que retiren sus coches de la calle para que Limasa pueda baldear con mayor agilidad. 'Mañana estaremos limpiando tu barrio. Por favor, no estacionar desde las 7.00 hasta las 13.00 horas'. Éste es el mensaje que los malagueños van a encontrarse a partir de ahora en sus barrios cada vez que la empresa de limpieza vaya a baldear una determinada calle.

El objetivo es que con 48 horas de antelación, los vecinos sepan que en el horario indicado en la cartela informativa tendrán que retirar sus vehículos, de forma que los operarios puedan trabajar de una forma más rápida y eficaz no sólo sobre la acera sino también a lo largo y ancho de toda la calzada. ¿Qué pasará con los que hagan caso omiso de esta advertencia? Pues como ocurre con los paneles que avisan de que se van a realizar tareas de poda o los que se instalan en Semana Santa por donde pasan las procesiones, serán retirados por la grúa y desplazados a alguna zona cercana. Eso sí, sin sanción.

El nuevo sistema, que arrancará este jueves en una docena de calles de la ciudad y que estará operativo de lunes a viernes sólo en horario de mañana, se pone en marcha tras una prueba piloto realizada hace unos días en la calle Obsidiana, en Cruz del Humilladero. El resultado fue que con todos los coches aparcados, el camión de Limasa tuvo que dedicar dos turnos de mañana para dejar a punto el vial, mientras que el día que fueron retirados los vehículos el trabajo se completó en apenas dos horas.

«Se trata de optimizar los recursos que tenemos, porque los operarios pierden mucho tiempo y al final únicamente pueden fregar la acera. Esperemos que los ciudadanos colaboren porque, al fin y al cabo, el objetivo es que sus calles estén más limpias. Estamos seguros de que cuando vean los resultados tras una limpieza a fondo pensarán que merece la pena mover el coche», afirmaba la concejala de Servicios Operativos, Teresa Porras, quien apuntó que la previsión es que cada día se pueda actuar en una treintena de calles, de forma que cada vial sea baldeado cada dos o tres semanas. «Con este sistema, las vías urbanas se van a fregar de manera integral y estos trabajos se van a hacer mejor y con más rapidez, lo que va a permitir que se pueda baldear con más frecuencia», remarcaba.

Volviendo a esa prueba piloto, lo que también quedó de manifiesto es que la grúa municipal tuvo que desplazar a decenas de vehículos. Aunque desde el Área de Seguridad se ha contemplado la posibilidad de contratar a una empresa externa para que el servicio de apoyo a la circulación que presta la Sociedad Municipal de Aparcamientos (Smassa), en Movilidad consideran que deben ser los gruístas municipales los que a requerimiento de la Policía Local se encarguen de retirar los coches que dificulten la labor de Limasa y llevarlos a otro punto cercano. Con unas pegatinas en el lugar donde estaba estacionado se informará al propietario de que su coche ha sido desplazado, debiendo llamar al teléfono indicado para conocer su ubicación. «Aunque no se pongan multas, para el dueño va a ser más complicado que quitar el coche», advertía Porras.

A la espera del resultado que pueda dar en las calles, sobre el papel no convence a los colectivos vecinales de la ciudad. No han gustado las formas, ya que aseguran que nadie les ha consultado; pero tampoco el fondo, al entender que supone una molestia más para el ciudadano, especialmente en aquellos barrios donde encontrar aparcamiento es una odisea diaria. «Al margen de lamentar que no hayan contado con nosotros para esta decisión, la idea de obligar al ciudadano a mover su coche cuando el baldeo es una obligación municipal no tiene sentido. Suena más bien a una excusa para justificar que las calles no están limpias porque hay coches. Nos dicen que van a baldear pero que no pueden sin colaboración», afirma el presidente de la Federación de Vecinos Solidaridad, Óscar López, quien pone el acento en la dificultad añadida que supondrá tener que buscar otro lugar para dejar el coche «cuando ya de por sí faltan aparcamientos en los barrios».

En términos similares se expresa su homólogo en la Federación Cívilis, Antonio Fuentes. «Sinceramente, no acabo de verlo, sobre todo con los problemas de aparcamiento que hay en los barrios. Hay gente que estaciona donde puede, igual en otra calle, y si por algún motivo lo deja allí varios días no se percatará de esos carteles». Además, también coinciden en criticar «que no te tenga en cuenta la opinión de las federaciones de vecinos».

«El Ayuntamiento no nos consulta absolutamente nada», se queja también el presidente de la Federación Unidad, Ramón Morales, quien considera que «salvo que se utilicen productos abrasivos que puedan dañar los coches, el baldeo se puede hacer sin fastidiar al ciudadano. Está bien que los vecinos colaboremos a la hora de reciclar o de mantener limpias las calles, pero si tener que soportar más de lo razonable. El problema es que se baldea muy poco y que hay barrios donde la suciedad tiene pedigrí tras tres o cuatro meses sin ver el agua».