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SUR
Viernes, 7 de septiembre 2018, 00:13
Chiquito de la Calzada, La Cañeta, el Vena... y ahora Pablo Ráez. El corazón del joven marbellí y su sempiterno 'Siempre fuerte' no ha dejado de latir ni un solo segundo. Pese a que su cuerpo abandonó este mundo en 2017, su espíritu, su historia ... y, sobre todo su mensaje, siguen haciendo estragos en la conciencia de los malagueños. Su último homenaje: el mayor graffiti del barrio de Lagunillas. Concretamente la obra se encuentra entre las calles Lagunillas y Alonso Benítez.
Su campaña en defensa de la donación de médula, con un objetivo mucho más altruista que el de lograr su propia curación, provocó que los bancos de donantes crecieran hasta un 1.300% en la provincia. Y por eso los vecinos de este barrio malagueño han querido mantener vivo su legado en forma de dibujo y su conocido lema.
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