La Junta da vía libre a la reparación de la cripta de la Victoria tras cuatro años de estudios y trámites

Cuatro años después de que la cripta del santuario de la Virgen de la Victoria, patrona de Málaga, tuviera que cerrarse ante el deterioro que provocaron las humedades detectadas en este monumento del barroco tétrico español, el Obispado ya dispone de la luz verde definitiva de la delegación de la Consejería de Cultura para iniciar los trabajos de restauración de este singular espacio. La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico celebrada el pasado día 12 aprobó la autorización del proyecto redactado por la diócesis para reponer la decoración de la cripta que tuvo que ser retirada por el episodio de humedades que se detectó en 2019, y tomar medidas que faciliten la ventilación de la estancia, situada en la base del 'camarín-torre' en el que se encuentra la imagen de Santa María de la Victoria.

Han tenido que pasar casi cinco años de estudios y trámites para que el Ayuntamiento acepte y confirme la tesis que desde el primer momento aportó el Obispado sobre el origen de esas filtraciones: una fuga en unos aseos del clausurado Hospital Doctor Pascual que se encuentran sobre los nichos. Actualmente, este centro sanitario permanece cerrado, a la espera de que se lleve a cabo el proyecto anunciado hace un año por el gobierno de Juanma Moreno para reabrirlo e incorporarlo al Servicio Andaluz de Salud. La fuga en los aseos se selló y las humedades se secaron.

No obstante, desde la diócesis se ha insistido en la necesidad de que se supriman esos servicios para que no vuelva a repetirse algo parecido, cuestión que depende de la propiedad del Hospital Doctor Pascual o de la Junta cuando asuma su gestión y vuelva a darle uso. Tal y como indica un estudio elaborado por la Universidad de Alicante para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en el proyecto autorizado se señala que «no es lo más idóneo tener unos aseos sobre los nichos del panteón, ya que son un riesgo inasumible que siempre amenazará la conservación de este monumento».

Con todo, las órdenes de ejecución dictadas por el servicio de Conservación y Arqueología de la Gerencia Municipal de Urbanismo para reparar la cripta obligan a llevar a cabo cuanto antes el proyecto presentado por el Obispado el pasado mes de enero y que ya tiene la luz verde de Cultura. Este departamento regional emitió a principios de marzo un informe en el que pedía que se aclararan una serie de cuestiones que ya han sido subsanadas y concretadas por los técnicos de la diócesis.

Uno de esos reparos hacía alusión a que se estudien los niveles de humedad para comprobar en qué punto está el proceso de secado. Los análisis realizados han concluido que «el secado es el adecuado para proceder a la restauración completa del conjunto», según se señala en el expediente que ha sido aprobado por la Comisión de Patrimonio Histórico. Además, los técnicos que han estudiado la estancia descartan que el problema de humedades proceda del suelo, donde existe un pozo precisamente para evitarlas, ya que las mediciones efectuadas detectan que el grado de humedad es mayor cuanto más se acercan a los techos.

Así, todo está a punto ya para que puedan arrancar unos trabajos valorados en unos 65.000 euros y diseñados por el arquitecto Antonio Moncada, con la colaboración de Pablo Pastor, arquitecto técnico del Obispado, la restauradora Beatriz Martín, y las arqueólogas Ana Arancibia, Patricia Mogaburu y Cristina Martínez.

La actuación planeada por el Obispado incluye entre otras labores, la limpieza, consolidación y reparación de la decoración fúnebre que jalona la cripta con las técnicas más adecuadas para este tipo de restauraciones, así como la reconstrucción de algunas partes perdidas mediante moldes y reproducciones en escayola de los originales. También engloba la supresión de la cristalera exterior que se colocó en el acceso desde el jardín de la plaza de Alfonso XII para que exista una ventilación constante del espacio.

Asimismo, la intervención prevé la reparación de una fisura en la cubierta, la sustitución y mejora del sistema de iluminación para crear un ambiente tenue, y el desarrollo de un plan de mantenimiento para colocar medidores de temperatura y humedad, y llevar a cabo una limpieza superficial e inspección de la zona cada tres meses.

• Temas
• Arqueología
• Arquitectura
• Málaga