Junta y promotores reactivan tras veinte años el proyecto para encauzar el río Campanillas

Esa fórmula de colaboración público-privada fue avanzada este lunes durante la Comisión de Sostenibilidad Ambiental del Ayuntamiento de Málaga por la edil del ramo, Penélope Gómez, que daba estos detalles en el debate de una iniciativa presentada por el portavoz de Vox, Antonio Alcázar. SUR ha podido comprobar los detalles de la operación, que se gestó en el pasado otoño.

El 25 de enero de 2020, en vísperas de la pandemia, los vecinos de Campanillas sufrieron una auténtica pesadilla. En muy poco tiempo descargó sobre el barrio la borrasca Gloria, que dejó unos 400 litros por metro cuadrado. Es más de lo que se recoge en todo un año como el pasado en Málaga capital. Más de 600 incidencias y numerosos daños marcaron aquel episodio que necesita de inversiones para tratar de minimizar riesgo. La fundamental es el encauzamiento del río Campanillas, una macrointervención valorada en más de 65 millones de euros (11 millones en expropiaciones).

A este respecto, fuentes de la Consejería de Agricultura manifestaron a este diario que no es una obra obligada para la Junta en lo legal, al no ser declarada de interés de la comunidad, pero sí mostraron su disponibilidad a actuar por fases. De hecho, 'trocearla' es la única manera de llevar a cabo una intervención cuyo coste ascendería ahora, según precisaron las fuentes, a más de 100 millones de euros. La búsqueda de fondos comunitarios sería esencial en este aspecto y bien podría encontrarse encaje en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. En todo caso, la financiación europea no superaría el 80%.

Se trata de actualizar un proyecto que en su día redactó Narval. Entonces, se diseño un sistema sobre todo de encauzamiento duro, basado en muros y cajones de hormigón. Hoy la apuesta de los técnicos dibuja soluciones que apuestan más por la renaturalización, al estilo de la intervención planteada también por fases en el Guadalmedina, algo a lo que también hizo alusión durante la Comisión la concejala de Sostenibilidad.

Según ha sabido SUR, un grupo de promotores, encabezados por la familia Vega, ha contratado a través del estudio del arquitecto Ángel Asenjo, dos estudios técnicos, uno de encauzamiento y otro hidrológico, para ir avanzando. Estos documentos técnicos corren a cargo de Estudio 7, una consultora de ingeniería que está trabajando en múltiples proyectos hidráulicos (la remodelación de la ETAP de Pilones o los pozos de Aljaima entre otras).

Con esta decisión, se gana tiempo y se puede empezar a trabajar en el planeamiento de la zona y recortar plazos en los larguísimos trámites de puesta en carga de los suelos. Por eso se ha desarrollado este acuerdo con la Junta, que sólo afecta a los proyectos. Los promotores, en este sentido, asumirán las cargas externas que les correspondan, pero no éstas. Todo partió de una reunión el 31 de octubre y ha continuado con nuevos encuentros. El próximo está previsto en junio con la idea de acabar los proyectos para octubre.

En paralelo, el Ayuntamiento de Málaga trabaja también en soluciones para reforzar la seguridad de la barriada. De hecho, este mes de marzo contrató a Rialsa por 1,2 millones de euros la obra de red de recogida de aguas en calle Adonis y Cristobalina Fernández. Se trata de acometer las correcciones necesarias para el encauzamiento del agua procedente del arroyo Pilones. Además de las calles reseñadas, se evitarán problemas en la barriada El Brillante.

La red incorpora imbornales (canales de drenaje) a ambos lados de la calzada que recogerán el agua dirigiéndola a una tubería colectora (que irá creciendo de diámetro conforme avance en el recorrido) y que discurrirá por el carril este de calle Adonis, así como por el carril y arcén este de calle Cristobalina Fernández. El último tramo, paralelo a las lindes del IES Torre del Prado y a la comisaría de la Policía Local, conducirá las aguas al río Campanillas, que es un afluente del Guadalhorce cuyo curso está regulado por la presa de Casasola, inaugurada en Almogía en el año 2000.

Asimismo, el proyecto también contempla la creación de un paso transversal que conectará ambos márgenes del río y que estará ejecutado mediante marcos de hormigón prefabricados, con una capacidad hidráulica mayor a la existente. Además, se procederá al encauzamiento del arroyo con protección de escollera y al ensanchamiento del cauce en la medida que lo permiten actualmente los límites de parcelas privadas.

La obra municipal tiene un plazo estipulado en 11 meses, así que, sobre el papel, debe estar lista a principios del año 2025.

«El PGOU de 2005 ya establecía que el encauzamiento del río Campanillas era de máxima importancia», aseveraba durante la defensa de la moción Alcázar, que ponía el acento en los incumplimientos de PP y PSOE con esta importante necesidad para los vecinos de Campanillas. La iniciativa salió adelante por unanimidad tras admitir Vox una enmienda del PP. El tenor literal fue el siguiente: «Instar a la Junta de Andalucía a continuar trabajando en la redacción del proyecto hidromorfológica del río Campanillas y al Gobierno de España para que, a través de los Fondos de Recuperación y Resiliencia, financie las obras necesarias para paliar el riesgo de inundaciones en el núcleo urbano».

Y es que en los suelos de la vega de Campanillas están previstas dos actuaciones residenciales para las que el actual Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) obliga a unas condiciones de reserva de viviendas protegidas elevadas. Se trata de las operaciones bautizadas como Vega Los Martínez y Vega San Ginés, que abarcan una superficie total de 107 hectáreas, y en las que está prevista la construcción de 7.339 viviendas, en edificios que podrán alcanzar una altura máxima de planta baja más seis. Una de las singularidades de estos desarrollos es que, a diferencia de otros en los que la reserva de VPO cumple con el 30% que fijó en su momento la norma urbanística regional, aquí se amplía ese porcentaje hasta el 56%.

Esas 4.140 viviendas protegidas que permiten los proyectos diseñados para la vega de Campanillas duplicarían las 4.100 que contempla el plan de vivienda y suelo aprobado por el Ayuntamiento para los próximos cinco años. Los promotores de estos sectores están dispuestos a impulsar la urbanización de unos terrenos en los que existen todavía zonas de cultivos.

Sin embargo, ambos proyectos siguen frenados por el mismo muro: estos suelos no se pueden desarrollar hasta que no se lleve a cabo el encauzamiento del río Campanillas.

El riesgo de inundación del río Campanillas es un peligro real que la Junta de Andalucía tiene perfectamente estudiado. Desde principios del siglo XX, el cauce se ha desbordado en una decena de ocasiones, provocando daños en viviendas, calles, empresas, carreteras e instalaciones ganaderas. El informe ambiental emitido por la delegación de Desarrollo Sostenible de la Junta el pasado verano sobre la operación urbanística de Vega Los Martínez recoge los mapas del riesgo de inundación para estos suelos y en ellos se observa un elevado peligro de anegación de una gran parte de estos terrenos, especialmente para un periodo de retorno de 100 años. Es decir, existe una alta probabilidad de que, al menos una vez cada siglo, este espacio quede cubierto por las aguas del desbordamiento del río Campanillas en un episodio de fuertes precipitaciones.