La Junta de Andalucía ha dado este martes un paso clave para reducir el riesgo de inundación que presentan los suelos del entorno del tramo final del Guadalhorce, una cuestión que condiciona sobremanera la posibilidad de construir en numerosos suelos de este ámbito ... de Málaga. El Consejo de Gobierno ha autorizado este martes la contratación del paquete de obras previsto para aminorar ese riesgo, unas actuaciones cuyo diseño fue acometido por la Asociación de Polígonos de Málaga (APOMA) y que suponen finalmente un coste de 8,9 millones de euros. Como avanzó este periódico (ver SUR 19/1/2021), el Ejecutivo regional ha impulsado especialmente en los últimos meses los trámites internos para la autorización de estas obras.
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De este modo, podrán salir a concurso para su contratación por parte de la Junta en las próximas semanas. La pretensión del Gobierno andaluz es poder financiarlas con los fondos europeos del actual marco comunitario, por lo que deben estar finalizadas antes de que expire 2022.
Estos trabajos, cuyo coste será finalmente asumido en solitario por la Junta y que tendrán un plazo de ejecución de 16 meses, han sido diseñados por la empresa de ingeniería Irtene y suponen una actuación 'low cost' como alternativa a la solución definitiva e ideal, que es la sustitución del puente de la Azucarera por otro de mayores dimensiones para aumentar su capacidad de evacuación del agua. Esa obra llegó a cifrarse en unos 60 millones de euros, una suma que no estaba dispuesta a asumir ninguna administración.
Así, lo que ahora se propone es el recrecimiento de la margen izquierda del encauzamiento de los arroyos Prado de Jurado, de las Yeguas, Boticario y Pocapringue en su confluencia con el encauzamiento del río Guadalhorce; el acondicionamiento a su estado original del encauzamiento en el entorno del ferrocarril de cercanías Málaga-Fuengirola con la consiguiente retirada de acopios de material; la restauración del cauce de aguas bajas en el entorno del puente sobre el río Guadalhorce de la MA-21 (Azucarera), a las condiciones del proyecto original; rebaje del cauce de aguas altas en las cercanías del puente de la MA-21, apertura total del segundo arco de avenida de la margen izquierda y descenso de la cota de las tuberías de saneamiento bajo el puente (tuberías de impulsión de la zona oeste de Málaga y Torremolinos); el recrecimiento de las motas de encauzamiento del río Guadalhorce aguas arriba del puente de la MA-21; y el recrecimiento del encauzamiento del arroyo de las Cañas en su parte final.
Según han informado desde el Gobierno andaluz, con estas medidas se logrará reducir a la mitad la actual zona inundable, en concreto el ámbito que ocupan las naves del polígono Guadalhorce. Los técnicos han estimado que las más de mil hectáreas afectadas actualmente por el riesgo de inundación podrían reducirse a 427 una vez que se ejecuten las obras.
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La Junta también se encuentra inmersa en el proceso para actualizar el contenido de los planes y mapas de riesgo de inundación de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, en las que se enmarca el Guadahorce. Está por ver si la ejecución de estas primeras medidas para reducir el riesgo de inundación surtirán efecto en esos mapas que marcarán la huella de la inundabilidad y, con ello, los condicionantes para poder construir en los próximos años en un buen número de suelos, principalmente destinados a usos empresariales y comerciales.
El parlamentario de Ciudadanos Carlos Hernández White ha destacado este martes que el impulso de la formación naranja ha sido clave para sacar adelante estas actuaciones.
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