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La Junta de Andalucía se ha autocensurado y ha dado marcha atrás en los proyectos que había preparado en los últimos años para avanzar en ... la restauración del Teatro Romano de Málaga. La Consejería de Cultura elaboró en 2018 un proyecto para la recuperación de la 'orchestra' y el frente de escena con el objetivo de mejorar estas dos zonas del teatro, próximas al escenario de madera en el que se han realizado representaciones y eventos de forma esporádica. Esa intervención, diseñada por el arquitecto José Ramón Cruz del Campo, fue autorizada por la delegación de Cultura en marzo de 2019. Sin embargo, ahora, tres años después, ha sido rechazada por el mismo departamento regional que la aprobó.
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Según la documentación a la que ha podido tener acceso SUR, este cambio de postura se debe a que, tras el visto bueno al trabajo realizado por Cruz del Campo, la propuesta recabó a lo largo de 2019 y 2020 varios informes desfavorables por parte de una oficina de supervisión de la secretaría general técnica de la propia consejería por «cuestiones a subsanar en las mediciones y presupuesto». Además, se señala que, en paralelo, se produjo un «debate» en el servicio de Bienes Culturales de la delegación provincial de Cultura «sobre el alcance de la intervención» y se optó por encargar «un estudio destinado a completar la información sobre el material procedente de las distintas excavaciones disponible».
Así, lo que inicialmente fue bien visto por los técnicos de Cultura y por los miembros de la Comisión de Patrimonio Histórico pasó a ser cuestionado por la propia delegación por lo que suponía de «reconstruir en su totalidad» las partes de la escena del teatro en las que se iba a intervenir. «Si bien en 2003 (momento en el que realmente se proponen estas actuaciones) todavía estaban finalizándose los trabajos para sacar del olvido y poner en valor el teatro, en el momento actual, se han finalizado numerosas intervenciones y el teatro ha recuperado una imagen capaz de mostrar mucha información sobre su estructura», señalan ahora desde la delegación de la consejería. Así, respecto a la restauración del frontal del escenario apuntan que «no se considera necesaria, pudiendo incluso ser perjudicial».
Además, rechazan que, como ya se hizo en los trabajos que se acometieron en el año 2003, se empleen para ello restos y materiales arqueológicos reciclados del propio teatro que no han sido catalogados, adaptando su forma para su nueva función, porque implicaría «una pérdida irreversible de piezas originales para estudiar en futuros trabajos que se realicen bajo nuevas técnicas e instrumentos de investigación».
Este argumento se apoya en un estudio arqueológico que la delegación de Cultura encargó en septiembre del año pasado a un grupo de expertos coordinados por el catedrático de Arqueología de la Universidad de Sevilla José Beltrán Fortes y el arqueólogo de la Junta Manuel Corrales Aguilar. Una de las conclusiones de ese estudio es que «no se debe continuar planteando la restitución formal del 'frons' mediante la reutilización de material original del teatro, sin traspasar la línea del expolio de materiales arqueológicos». Además, añade que «son inasumibles gran parte de las medidas del proyecto en relación con las transformaciones planteadas, al alejar el monumento de sus valores históricos, perdiéndose su identidad y originalidad».
Asimismo, el estudio enciende las alarmas respecto a los restos del Teatro Romano que se recuperó a partir de 1995 con el derribo de la Casa de la Cultura. Así, entre otras cuestiones, señala que los bloques acopiados en su zona superior y su entorno «presentan un alto grado de deterioro por su exposición, siendo inaplazable su traslado fuera de la intemperie». También aboga por reforzar las labores de mantenimiento del monumento y por consolidar el perfil de tierra ubicado tras el centro de interpretación, donde se encuentra una necrópolis del siglo V; y reclama que se desmonte parte de la tarima de la escena para retirar la grava y completar el estudio arqueológico de esa zona que no se llegó a realizar en 2003, por la necesidad de inaugurar las visitas al teatro el 27 de octubre de ese año, coincidiendo con la apertura del Museo Picasso.
El informe elaborado por los expertos también recomienda que se modifique el itinerario de las visitas «para evitar el paso por las partes originales de mármol del sector sur, que está sufriendo un importante deterioro», y que el único uso del escenario de madera sea el de poder acogerlas, debido a su estado de conservación, por lo que se desaconseja que vuelvan a organizarse eventos o representaciones.
Tras todas estas advertencias, la delegación de Cultura ha realizado una nueva ponencia técnica, que ya ha sido validada por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, en la que rechaza los proyectos de restauración del Teatro Romano que aprobó hace tres años y pone de manifiesto la necesidad de redactar un nuevo proyecto de «consolidación» de las partes de la escena en las que se iba a intervenir, y de los perfiles de tierra ubicados tras el centro de interpretación.
Además, se propone la redacción de un plan director para el monumento y la adopción de medidas para garantizar la protección del material arqueológico que está acopiado en el entorno del teatro, «debiendo valorarse si procede su traslado a local cubierto o si es posible disponer en la zona en la que se encuentra elementos de cobertura y apoyos suficientes». Respecto a esos restos, también se plantea que se finalice el análisis para su catalogación que se inició en 2001 y que se desmonte la tarima de madera que se ha usado como escenario para completar el estudio de esa zona, en la que, según se señala en la ponencia técnica, existen «capiteles y tambores de fustes reaprovechados y dispuestos inversamente para sustentar la tarima original en la remodelación flavia».
Así, las labores de restauración del Teatro Romano de Málaga tendrán que esperar a que se realicen nuevas y más detalladas investigaciones sobre sus restos, que derivarán en un nuevo proyecto de recuperación de la escena, según se concluye desde Cultura.
Fuentes de la Delegación del Gobierno andaluz consultadas por SUR respecto a este asunto han asegurado que «no hubo un cambio de criterio» respecto a los proyectos de reparación del Teatro Romano y que todo responde a los reparos que se pusieron desde la oficina de supervisión de proyectos de la consejería. «Puesto que había tanto reparo a ese proyecto sobre la metodología que se empleaba en la ejecución, la delegación de Cultura ha estado haciendo un trabajo de arqueología e investigación bastante importante», han añadido las fuentes.
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