La Junta avala la futura casa hermandad de la Expiración frente al actual «pastiche»

La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico celebrada el pasado 12 de julio refrendó el dictamen previo de los técnicos de Cultura al proyecto, que ahora tiene que someterse a la aprobación por parte del Ayuntamiento, que volverá a pedir informes a este departamento de la Junta. No obstante, parece haber quedado por ahora desbloqueada una intervención que ha generado cierto debate en la ciudad por la arquitectura vanguardista con la que ha sido concebida.

Para la Junta, esto no es un problema porque, según se expresa en los informes de Cultura que fueron validados el mes pasado, el lenguaje contemporáneo de la arquitectura plasmada en el anteproyecto de HCP permitirá «una mejor apreciación y lectura del BIC (la iglesia de San Pedro) en contraposición al 'pastiche' regionalista llevado a cabo en los años 90 del siglo pasado que pretende mimetizarse con lo existente a través del empleo de elementos clásicos del lenguaje».

Con esa expresión de «pastiche», la Junta se refiere a la reforma de las fachadas de la casa hermandad que la Expiración acometió en 1999 respecto al edificio construido entre 1964 y 1968 con diseño del arquitecto Enrique Atencia. Así, Cultura concluye que el criterio adoptado de «diferenciar la parte contemporánea en cuanto a lenguaje y materiales, de las partes originales del BIC (siglos XVII y XVIII) y sus añadidos del siglo XX constituye un criterio ampliamente empleado y avalado en la teoría de la intervención en edificios históricos, y en operaciones de ampliación para nuevos sobre edificios históricos, por lo que entendemos que es válido y contribuirá a mejorar la lectura e interpretación del monumento», señalan desde la administración regional.

No obstante, Cultura ha puesto sobre la mesa una serie de condicionantes para la ejecución de la nueva casa hermandad. Uno de ellos tiene que ver con la ejecución de un aparcamiento subterráneo de tres sótanos sobre el que se asentará el proyecto y que la Expiración baraja como pieza clave para la financiación de las obras, valoradas por ahora en unos 6,5 millones de euros. Los responsables de la archicofradía han estudiado la posibilidad de ir de la mano de un inversor externo que acometa la construcción y la entregue a la cofradía a cambio de explotar espacios para oficinas y el 'parking' subterráneo.

La Junta ha pedido que se realice una excavación previa de todo el suelo en el que se ejecutará este aparcamiento después de que los sondeos arqueológicos que se han realizado en este espacio hayan detectado restos de época medieval, moderna y contemporánea, desde el siglo XII hasta el XX. En concreto, según figura en el expediente informado por Cultura, «se han documentado a raíz de los sondeos restos del Arrabal Medieval de Attabanin con estructuras de muros de ladrillo y mampostería y pavimentos que podrían pertenecer a un espacio urbano de dicho arrabal musulmán, relacionados con los documentados en las recientes excavaciones de las obras del metro y de las distintas actuaciones llevadas a cabo en los barrios de la Trinidad y el Perchel».

Además, junto a otros restos de épocas posteriores, muy deteriorados por la superposición de construcciones y la proximidad con el cauce del Guadalmedina, se han encontrado vestigios que corresponden a unos muros externos de la iglesia de San Pedro «ocultos por el adosamiento a ellos de la casa hermandad» y que «guardan en perfecto estado su fábrica». Cultura afirma que estos muros «no deberían sufrir afección alguna», por lo que ha pedido que el proyecto de la nueva casa hermandad plantee «una solución» que haga posible su conservación.

Asimismo, ha exigido «una excavación arqueológica en extensión, en todo el solar», tras la construcción de los muros pantalla que delimitarán el futuro 'parking' con el objetivo de evitar que se produzcan desprendimientos de tierra durante estos sondeos. Desde la Expiración han propuesto que esa excavación a cielo abierto y en todo el solar se lleve a cabo en los primeros tres metros de profundidad. Con todo, Cultura dice en sus informes que «deberá agotarse la secuencia arqueológica en todo el solar». Para ello, pide «detectar nuevos restos arqueológicos en el subsuelo, su documentación, estudio, valoración y recuperación de su contenido material, así como establecer las medidas correctoras que se estimen necesarias, según el nivel de impacto o afección de las obras».

Por otra parte, la Junta también quiere que se tenga una cautela especial respecto a la posible afección de las obras en la conservación de la iglesia de San Pedro. Desde la archicofradía se ha propuesto monitorizar el templo para controlar en tiempo real posibles movimientos del edificio durante la ejecución de los trabajos. Sin embargo, para Cultura esto no es suficiente, por lo que ha reclamado que una empresa de «reconocida solvencia y contrastada experiencia en geotecnia y cimentaciones especiales» realice un completo estudio de los efectos que el nuevo edificio puede provocar en el subsuelo de la zona y los cimientos del templo.

Cultura valida la propuesta de recuperar y poner en valor el torreón que contiene la cúpula de la capilla sacramental de la iglesia de San Pedro mediante la demolición de un pasillo en el cuerpo añadido en una de las ampliaciones experimentadas por la edificación. No obstante, pide que se hagan catas para valorar el descubrimiento en su totalidad de ese torreón (en el que se recuperaron pinturas murales), para lo que habría que suprimir el pasillo que conecta la casa hermandad con las capillas en las que se encuentran las imágenes del Cristo de la Expiración y la Virgen de los Dolores Coronada. Además, la Junta pide que «para una mejor lectura del monumento y atenuación de la contaminación visual, deberá tratarse el actual muro colindante de la casa hermandad que sobresale de la altura de la iglesia con la misma estética del edificio de ampliación, constituyendo un conjunto homogéneo con la apariencia de un único edificio».

El proyecto de casa hermandad para la Archicofradía de la Expiración supone la construcción de un edificio de planta baja más cuatro con una arquitectura vanguardista que envolvería la estructura de la actual casa hermandad, con una singular fachada con celosías a base de lamas metálicas con acabado en tonos cobrizos. El actual salón de tronos se transformará en un auditorio con capacidad para unas doscientas personas, y se habilitará un nuevo salón para disponer los dos tronos en paralelo, con salida norte hacia la avenida de Andalucía.

A espaldas de ese salón, en la planta baja, se prevé una cafetería con fachada a una pequeña placeta triangular que separará el edificio del lateral de la iglesia de San Pedro. Uno de los principales alicientes de este proyecto es que permitirá disponer de una superficie para museo de más de mil metros cuadrados, así como amplias salas para la banda de música y todos los departamentos de la cofradía.