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Si el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, decidiera un día afiliarse a un sindicato, es probable que su elección recaiga en la Central Independiente y de Funcionarios, mejor conocida por las siglas de CSIF. Moreno estuvo este jueves en Málaga, donde clausuró ... el congreso regional que celebró la organización sindical en el Palacio de Ferias y habló de la «importancia» que tienen los sindicatos.
Ante un auditorio nutrido de compromisarios, destacó que existen muchos puntos en la manera de proceder que tiene CSIF con las que él podría estar de acuerdo. Habló de que se caracteriza por su moderación, su sentido de realismo y por apretar, pero siempre anteponiendo el interés general. También alabó el sentido de Estado que atesoran sus afiliados, que conciben España como un territorio en el que las lenguas autonómicas no pueden ser un elemento que discrimina para acceder a un empleo público.
Pero más allá de las alabanzas dirigidas a CSIF, el discurso pronunciado por Moreno abrió el abanico a todas las organizaciones y se convirtió en una defensa de la existencia de los sindicatos como agentes sociales que equilibran y resuelven los conflictos entre las empresas y los trabajadores. «Yo vengo aquí a comentar la importancia que tiene los sindicatos», resaltó.
Y lo hizo señalando que algunos episodios de corrupción protagonizados por determinados líderes sindicales en el pasado no deben servir para que los sindicatos que sean denostados. «Algunos tienen una realidad un poco distorsionada por algunos hechos del pasado. Yo quiero defender la importancia que tienen las organizaciones sindicales no solo en la defensa legítima de los derechos de los trabajadores sino también que son tremendamente útiles para que la administración pública pueda avanzar», explicó.
El mensaje de Moreno mantiene de esta manera la cercanía con los sindicatos que siempre ha querido mostrar en público y que constituye, al mismo tiempo, una diferenciación clara de Vox. Una formación cuyos dirigentes suelen arremeter contra los sindicatos a la vez que cuestionan su utilidad. «Gracias al trabajo que hacéis no solo se mejoran las condiciones laborales sino que ayudáis a la hora de encausar los conflictos. Sin vosotros sería muy difícil», reiteró.
Ante posibles críticas o ataques que se dirijan a los sindicatos, Moreno dejó claro que mantendrá siempre un discurso de moderación. Aunque confesó que en algunas manifestaciones de los sindicatos de clase su figura no siempre es la mejor parada, deslizó que es algo que asume como un gaje del oficio. Luego plasmó de nuevo su voluntad para ir de la mano con los sindicatos para mejorar la situación de Andalucía en todos los sentidos. «Seguimos teniendo muchas necesidades, pero estamos avanzado y ya somos la tercer motor de España», dijo.
En la segunda parte de su intervención, presumió de las transformaciones que ha podido implantar el PP desde que gobierna en Andalucía. «Nos habremos equivocado en algunas cosas, claro, pero también hemos acertado en muchas otras», señaló. La región habría pasado de ser un freno de mano echado a convertirse en una locomotora. Moreno incluso situó el número de empresas asentadas en Andalucía ya por encima de las que tiene la Comunidad de Madrid.
La oposición cuestiona estos datos. Pero Moreno los repite como hechos objetivos que no admiten un diagnóstico diferente. Así lo hizo ya este lunes, en un encuentro con empresarios malagueños celebrado en la terminal de cruceros del puerto de Málaga. Este viernes hizo otra vez gala de un triunfalismo económico que en esta ocasión viene avalado también por los últimos datos del paro correspondientes a marzo, que sitúan a Andalucía como la comunidad autónoma que más trabajos ha creado a nivel nacional.
No hay concesión a los derroteros que cuestionan la marcha de Andalucía. Pero tampoco a las voces que ponen en cuestión la existencia de los sindicatos y su legitimidad para erigirse como defensores de todos los trabajadores. Entre los asistentes, también estuvieron el presidente del Parlamento andaluz, Jesús Aguirre, el consejero de Justicia, José Antonio Nieto, y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre.
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