Jorge Gonzélez, en una de las suites del AC Málaga Palacio. Migue Fernández

Jorge González

La Granizada / Director AC Málaga Palacio
«Usé mi frase gamberra en un Festival de Cine: Esta noche, carricoche»

El director del hotel AC Málaga Palacio es un viejo conocido de la sociedad malagueña. Sin cortapisas, sin filtros, nunca deja indiferente a nadie. Ahora es abanderado de la Feria 2023 y ya practica con la bandera para moverla con garbo: «Ostras, tengo que estar a la altura porque es que encima soy el número 40. Entonces, claro, es que es muy fácil decir que el número 40 no supo mover la bandera»

Domingo, 30 de julio 2023, 00:45

Antes de cerrar una entrevista de verano, fresquita, con el director del AC Málaga Palacio, Jorge González, ya se sabe, se intuye y se adivina ... que no habrá que tirarle mucho de la lengua porque una de sus grandes virtudes es ser libre como los pájaros del campo, aunque viva en la ciudad, y la mejor de todas: que no tiene filtro. Dice lo que siente y estima con alegría y vehemencia. Sin cortapisas. Si se le pide una foto en una cama de su hotel, accede sin pensarlo. De hecho, duerme muchas noches en el Málaga Palacio, y cambia de habitación para ir probando los colchones, como cuenta risueño, y que todas estén como deben. Pasen y lean, con ustedes el abanderado de la Feria 2023.

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-Abanderado de la Feria 2023, Malagueño del año 2021 de Diario SUR, entre otras distinciones. No para usted de acumular premios.

-Que va, que va. Bueno, tengo que decir que no sé si soy merecedor de ellos, pero estoy encantado con con haber sido Malagueño del año y ahora con ser Abanderado de la Feria.

-Que alguien te quiera como Antonio Catalán (propietario de la cadena AC) a Jorge González. ¿Amor fraternal?

-Sí. Yo creo que hay un amor muy fraternal de padre/hijo, hijo/padre. Es la familia elegida, tanto por su parte como por la mía.

-Es usted un dechado de virtudes, pero cuéntenos algún defecto para humanizarle.

-Mire, yo tengo muchísimos defectos, muchos. Uno, que no me gusta madrugar nada y que me gusta cualquier tipo de fiesta popular.

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-Esto último puede ser una virtud.

-Pero es que yo creo que a mí las fiestas me gustan demasiado. Sobre todo, no me gusta la casa, nada. Pero bueno, si hay un defecto así como más típico es que no me gusta nada cocinar.

-Si hay un terremoto dentro de su casa no le pilla, ¿verdad?

-Seguro que no.

-Ejecutivos oscuros en pleno verano con el calor que hace. ¿Quién le enseñó a vestir con clase?

-Pues mi presidente, que siempre, incluso en verano, usa corbata. No nos la quitamos nunca. Y él siempre dice que hay que ir de azul marino y de corbata.

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-¿Un gentleman?

-Bueno, también yo creo que eso es muy típico de colegio privado, ¿no? El azul del uniforme. Jajaja.

-Una confidencia, ¿qué es lo que más le gusta de su hotel?

-Mis compañeros. Sin duda.

-Pensé que iba a decir alguna estancia.

-Me daría igual la ubicación, el edificio, pero me gustaría estar con los compañeros con los que estoy.

-Más de 15 años en el Málaga Palacio.

Casi dos décadas. 18 años. Mucho tiempo.

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-Una bebida refrescante para el verano con cierto sex appeal.

-¿Que tenga mucho encanto? Un margarita, sin duda.

-Coincidimos. Delátese. ¿Qué sorpresa prepara para el día en el que será abanderado de la feria de Málaga?

-Es una sorpresa. Pero, bueno, como está usted intentando seducirme para que le conteste a todo, le diré que al paso de la comitiva por el hotel habrá algo refrescante, musical, tradicional.

- ¿Y sugerente?

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-Sí porque yo le sugiero a la gente que venga, que no se va a arrepentir. Jajajaja.

-De León a Málaga y más boquerón que los que ha nacido aquí. ¿Cuál es el secreto para parecer de la tierra?

-No hay ni no hay ningún secreto. El secreto es que la gente de Málaga, el malagueño, te acoge tan bien, que te hace sentir que eres de la tierra. Sin duda. No sólo es mi caso, hay muchísima gente que ha venido a Málaga de manera transitoria y se ha sentido tan cómoda con la ciudad y con sus habitantes, que se ha quedado. Yo pongo como ejemplo cuando las folclóricas iban a América para seis meses y acababan quedándose allí 20 años. Será porque les acogían muy bien, ¿no? Pues eso mismo ocurre en Málaga.

-Diga la verdad: Feria, Semana Santa, Carnaval, Navidad, Festival de Cine. Una sola.

-No puedo, no puedo (se tapa la cara). Jajajaja. Fíjate, acabo de vivir la Virgen del Carmen, así que te diría Virgen del Carmen ahora mismo. Tuve el honor de ir a su lado en una jábega de nombre María Juliana.

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-En la pandemia se quedó solo custodiando el hotel. ¿No soñó usted con Jack Nicholson en 'El Resplandor'?

-Hombre soñar con Jack Nicholson en la pandemia no era de mis preferencias. Si me hubiera pasado lo de la película 'El Resplandor' hubiera estado encantado de contarlo. Sí que hubiera tenido una buena entrevista. (Risas).

-¿No le dio yuyu estar solo?

-No, porque todo el mundo estaba de alguna manera solo. Pero sí que es cierto que yo hice cosas que jamás había hecho en el hotel.

-Se pone interesante. Cuéntenos.

-Bajar en pijama y en pantuflas a desayunar donde estamos ahora mismo (bar primera planta). Me hacía un chocolate, y muchísimas, muchísimas galletas de María Fontaneda. Y como estaba solo tuve la sensación de que tenía un casoplón. (Risas). Me sentí muy marbellí por un momento. No lo pasé mal solo, lo pasé mal por la por la situación que se vivía, por mi madre, que estaba a mil kilómetros sola. No tengo derecho a quejarme, si lo hiciera sería un cobarde.

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-Díganos un refrán o un dicho gamberro por el que le reconozcan sus amigos.

-Hombre, yo, cuando vamos a salir por la noche y llamo a mi señor por teléfono, le digo: «Chico, esta noche, carricoche». Un año, la gente me preguntaba en el Teatro Cervantes que cuál era la contraseña para poder entrar en la fiesta del Málaga Palacio, y no había ni fiesta. Bromeé con que era 'Esta noche, carricoche'. Cuando llegaban al portero se lo decían, y él preguntaba súper-extrañado: ¿ Eso qué es, qué queréis decir? (Risas).

-Ahora también coordinador del AC Sevilla se siente tan feliz como aquí?

-Es que Málaga es el summum de la felicidad. No me siento feliz en otro sitio; no me siento feliz en otra ciudad. Voy de vez en cuando a mi tierra, León, pero cuando estoy unos días estoy deseando volver a Málaga. Me siento feliz por poder salir a remar, me siento feliz por estar en un chiringuito en La Misericordia, en La Malagueta; por desayunar en un bar de Huelin, un mollete. Es que me siento feliz por muchas cosas.

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-La Virgen de la Victoria es su romería. Sabe que la trajo aquí Fernando el Católico, una romería que hace historia. Y ahora usted hace historia con la romería. ¿Qué le sugiere?

-Es una responsabilidad tremenda. Ostras, tengo que estar a la altura porque es que encima soy el número 40. Entonces, claro, es que es muy fácil decir que el número 40 no supo mover la bandera. Jajajaja. Estoy ensayando.

-¿Con la bandera?

-Claro. Quiero que salga bien y quiero que se proyecte una bonita imagen a los malagueños y a nuestros visitantes. Quiero que nos divirtamos y seamos felices.

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