«La música sirve para entender el cerebro y para ayudar a diagnosticar y a tratar enfermedades»

Una de las aficiones del doctor Romero Imbroda es tocar la guitarra. Le enseñó su tío Javier Imbroda, actual consejero de Educación y Deporte de la Junta y persona estrechamente vinculada al baloncesto. El presidente de los neurólogos andaluces dice que la música sirve para entender el cerebro y que ayuda a diagnosticar y a tratar enfermedades.

–¿Qué objetivos se ha marcado usted como presidente de los neurólogos andaluces?

–Hemos estado los dos últimos años, por la pandemia, en modo avión, sin poder hacer actividades científicas más que de modo 'on line'. Por eso, uno de mis objetivos es compensar esa carencia. Una de las primeras cosas que hemos hecho es que los residentes de cuarto año de neurología de todos los hospitales andaluces, cuya formación se ha visto un poco mermada por el Covid, reciban una beca de 1.000 euros para que puedan hacer una rotación en otra provincia o fuera de España. Por otro lado, vamos a organizar un máster propio en colaboración con las universidades.

–¿Cuántos integrantes tiene su sociedad?

–Unos 400.

–¿Cuál es la situación de la neurología andaluza?

–Hay un agravio de la neurología andaluza en comparación con el resto de comunidades autónomas, porque no ha habido dotación de neurólogos en la mayoría de los hospitales comarcales. Consideramos que esta situación hay que mejorarla. Si hubiera que dotar de neurólogos a los comarcales, que es una reivindicación clásica, nos encontraríamos con que no habría suficientes. Hay que hacer una reflexión profunda de ese asunto sobre cuántos neurólogos hay que formar para que se pueda dotar de esos profesionales a los grandes hospitales comarcales. Hay que conseguir que no haya diferencias entre un malagueño que resida en la Axarquía y otro que viva en la avenida de Carlos Haya, por ejemplo.

–¿La solución pasa por incrementar el número de las plazas MIR de neurología?

–Yo he pertenecido a la comisión nacional de la especialidad y sobre ese asunto influyen varias cuestiones. Primero, que los hospitales quieran recibir a más neurólogos para formarlos. Cuando yo hice la especialidad en el antiguo Carlos Haya había un residente de neurología por año y ahora hay tres. Segundo, cuando se toma la decisión de aumentar las plazas MIR eso no se materializa hasta cuatro años después, cuando esos residentes acaban la especialidad. Le vamos a pedir al SAS que nos diga cuántos neurólogos están en edad de jubilación y cuáles son sus previsiones para cubrir esos puestos.

–En estos momentos, como tiene usted una excedencia en el SAS, solo trabaja en la sanidad privada.

–Yo prefiero llamarla medicina de gestión no pública. Creo que es más correcto ese término que decir medicina privada.

–¿Cuáles son las enfermedades neurológicas más frecuentes?

–Por un lado, están las patologías que cursan por ataques como el ictus, la epilepsia, la esclerosis múltiple o la migraña. Por otro lado, están las enfermedades neurodegenerativas, asociadas a la edad: el párkinson y el alzhéimer. El motivo de consulta más frecuente en neurología en general es la cefalea (dolor de cabeza). Y de ingreso hospitalario, el ictus.

–¿De qué forma ha afectado el Covid a los enfermos desde un punto vista neurológico?

–Pacientes neurológicos que sufren el Covid tienen un empeoramiento y un declive de la enfermedad, aunque luego puedan recuperarse. El SARS-CoV-2 es un virus muy neuroinvasivo.

–Cómo ayuda la música a los pacientes con dolencias neurológicas?

–La música es una actividad cerebral de primer orden. Yo siempre recomiendo tocar un instrumento al mismo nivel que se aprende un segundo idioma. Aprendemos a saber cómo funciona el cerebro en salud entendiendo cómo se procesa el sonido en la mente y las emociones y aversiones que provoca. Consideramos que la música es un estímulo cognitivo de primer nivel. Hay enfermedades degenerativas en las que el paciente no puede hablar, es afásico, pero puede cantar. Eso le sirve para comunicarse.

–O sea, que es escuchar música es una actividad que beneficia tanto como aprender un idioma extranjero.

–Desde mi punto de vista, sí. En el Hospital Quirónsalud Málaga hemos presentado un trabajo en la Sociedad Andaluza de Neurología sobre un test diagnóstico breve, basado en música, para explorar a los pacientes y ver cómo tenían la memoria y la apraxia (lo hábiles que eran con las manos). La música sirve para entender el cerebro, para tratar algunas enfermedades como terapia no farmacológica e, incluso, como ayuda diagnóstica.

–¿Cómo ve el panorama actual y el futuro de su especialidad en Málaga?

–Creo que la neurociencia y la neurología en Málaga están muy bien representadas. La población malagueña puede estar orgullosa. Tenemos dos servicios de neurología fantásticos en los hospitales públicos. Y en la sanidad de gestión no pública la calidad es muy alta. El nivel de mi equipo en Quirón es bestial; atendemos a pacientes de todo el mundo. El futuro de la neurología es esperanzador; vienen grandes cosas para hacer frente a las enfermedades neurológicas raras a través de las terapias génicas. Y Málaga va a estar en primera línea.