Jesús García: «Colaborar en un proyecto que puede salvar vidas es algo impagable»

–En un momento tan difícil para las empresas, ¿cómo se plantea Ortoplus la fabricación desinteresada de máscaras protectoras faciales y de piezas para un respirador artificial?

–Tras el decreto de alarma y toda la actividad paralizada, fueron los propios trabajadores los que me plantearon la idea de poner nuestros recursos a disposición de la comunidad y empezar hacer material sanitario. Comenzamos a hacer máscaras de protección facial y al mismo tiempo la Universidad de Málaga (UMA) contactó con nosotros para que nuestros ingenieros empezasen a trabajar en una válvula, que sirviera de alternativa si fallaba alguno de los materiales utilizados en el respirador desarrollado en Málaga por científicos del Ibima e ingenieros de la UMA. De hecho, personal de Ibima ya se ha llevado el prototipo que hemos hecho por si fuera necesario usarlo en el montaje industrial del respirador. Pusimos toda la maquinaria a trabajar y hemos ido mejorando la producción hasta que a principios de la semana pasada tuvimos disponibles 1.500 protectores faciales, que el Sindicato Médico se ha encargado de distribuir principalmente por Málaga, aunque también hemos hecho envíos a otros puntos de España, como Alicante, Madrid, Córdoba, Granada… Solo la clínica Facial Team, de Marbella, que se ha implicado en este proyecto para que no dejemos de fabricar, nos ha encargado 500. En total, habremos hecho unas 1.800. Todo a pulmón, sin ninguna ayuda.

–Están fabricando unas 280 máscaras diarias, ¿qué tecnología hace posible ese ritmo de impresión?

–Utilizamos las mismas impresoras dedicadas a la fabricación de moldes dentales para tratamientos de ortodoncia invisible, que son muy rápidas y tienen una alta capacidad de producción.

–Material costoso, ingenieros cualificados, impresoras 3D punteras ¿cuál sería el coste de cada máscara en el mercado?

–En torno a unos 20 euros cada unidad.

–¿Prevé problemas de abastecimiento?

–Afortunadamente, hicimos un pedido muy grande y acababa de llegar cuando se aprobó este decreto, pero me preocupa gastar todo ese material en protectores y quedarme sin materia prima cuando reanudemos la actividad. Puedo gastar 30.000 o 40.000 euros en eso, pero si a la vuelta de esta crisis no puedo trabajar, voy a tener un problema.

–¿Qué significa para usted entrar a colaborar, con la impresión en 3D de algunas piezas, en la fabricación del respirador creado en Málaga?

–Es un espaldarazo al trabajo que realizamos, pero también una satisfacción que nuestra tecnología pueda ser útil. Todo lo que sea colaborar con la sanidad pública y aportar nuestro granito de arena en esta situación de crisis sanitaria nos llena de satisfacción. Colaborar en la realización de un respirador que puede salvar vidas es algo impagable.

–Tras haber sido probado este respirador en dos pacientes y pendientes de su certificación técnica para que pueda ser homologado por la Agencia Española del Medicamento, ¿están trabajando ya en alguno de sus componentes?

–Estamos a la espera, preparados para recibir órdenes. En cuanto nos manden los archivos, empezamos a fabricar las piezas que nos indiquen. Además, a petición del Hospital Costa del Sol estamos haciendo en 3D los conectores que permiten unir las máscaras de buceo de Decathlon a los tubos de los respiradores.

–¿Qué valor añadido aporta Ortoplus?

–Aportamos un grupo humano muy cualificado, que además se ha formado en la UMA, lo que supone un gran reconocimiento a su labor. Poder desarrollar un modelo virtual en 3D y tenerlo a las pocas horas en la mano es como magia, casi de ciencia ficción.

–Sin embargo, la colaboración de su empresa con investigadores de la Universidad de Málaga se remonta a una década...

–Hace diez años formalizamos un acuerdo con la universidad de Málaga, a través de la OTRI, gracia a Antonio Guevara (actual decano de la Facultad de Turismo), que me presentó a los ingenieros informáticos para desarrollar el primer visor para ortodoncia hecho en España (software en el que el paciente ve el resultado de su tratamiento antes de empezarlo). Desde entonces, hemos renovado este contrato para seguir desarrollando ese y otros proyectos, como el desarrollo de los algoritmos matemáticos y dispositivos para las patentes de la apnea del sueño.

–Como empresario y con 127 trabajadores, ¿cómo le está afectando este parón económico?

–Ortoplus vive con gran incertidumbre los acontecimientos. Hemos hecho un ERTE, que afecta a toda la plantilla. No hay empresa que soporte, sin facturación ninguna y por muy saneada que esté, los sueldos de 127 personas tres o cuatro meses. El Gobierno tiene que apoyarnos en esto si no quiere destrucción de empleo. Tiene que mirar para todo el mundo; también para los empresarios. Ortoplus ha estado creciendo desde que nació entre un 18 y un 20 por ciento anual y mucho me temo que este año romperemos esa tendencia.

–¿Considera suficientes las medidas del Gobierno para contrarrestar el batacazo económico?

–El tiempo lo dirá. Nadie puede atreverse a decir ahora si son correctas o no, porque es algo inédito que se haya parado la economía. Habrá que verlo con perspectiva. Lo que sí ha faltado es rapidez a la hora de comunicar las medidas que nos afectan.

–¿Cree que a España le ha pillado el toro en esta crisis?

–Creo que estábamos a punto de entrar en una ralentización económica y esto ha sido la puntilla.