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Los niños de los 80 lo disfrutaban en el cole, donde presentaba sus cuentos, en los que era muy prolífico. 'El maestro y el robot' ... fue uno de ellos. Divertido, ágil, lleno de chispa, y de buena literatura infantil. Qué difícil debe ser escribir para los que están empezando a volar en este mundo, con sus inquietudes, pero no exactamente con sus registros, ya que se trata de enseñarles algo más de lo que no sepan, pero sin aburrirles. Y así ha sido toda su vida José Antonio del Cañizo (Valencia, 1938), ingeniero agrónomo, escritor de literatura infantil y durante casi una década director del jardín botánico-histórico La Concepción, una finca en la que ha dejado su sello personal en muchos de sus espacios, y sobre todo que ha contado a los cuatro vientos que es el mayor amante de las palmeras del mundo, y el que más sabe de ellas a buen seguro.
Del Cañizo, que en la actualidad se encuentra apartado de la vida social a consecuencia de su edad, ha gozado siempre de un saber enciclopédico, de una memoria abrumadora y en su cabeza alberga un compendio de ejemplares de árboles por todo el mundo. Pues de todos los libros de los que bebió y que él también aportó, más de 320 ejemplares de botánica y sus propios volúmenes, podrán ser disfrutados por los visitantes de La Concepción y los estudiosos de la botánica y la arboricultura gracias a una generosa donación de su familia. El Ayuntamiento de Málaga homenajea así su figura con una pequeña biblioteca que llevará su nombre.
Podría ser como una calle, pero en esta ocasión, cuando se trata de un estudioso, de una persona culta y leída, que su nombre figure en una biblioteca es una gran noticia, y si además es en su amado jardín ya se trata del summum. El lugar de lectura, estudio y consulta estará en uno de los enclaves más coquetos y tiernos de La Concepción, precisamente donde los Loring Heredia tenían la escuela para sus hijos. Una pequeña casita como de cuento encantado, de Caperucita, en la que a partir de ahora estará la Biblioteca José Antonio del Cañizo.
Su nombre ya aparece en la cartelería, y la Asociación de Amigos de la Concepción se está encargando de datar y poner en valor todos estos ejemplares, a los que, a buen seguro, se sumarán más en el futuro para llenar las estanterías de madera con un cierre de cristal (con un valor de 9.000 euros, que ha donado de la Fundación Sando, a través de un llamado patrocinio en especie), como cuentan en una visita al espacio la concejala de Medio Ambiente, Penélope Gómez, y el director general de Medio Ambiente, Javier Gutiérrez del Álamo, que recorren la finca en uno de esos días soleados y adorables, como diría cualquier británico que nos visitara. Bueno, últimamente el sol no ha sido tan prominente como de costumbre, así que hasta los autóctonos le hacen fiesta. El área de Medio Ambiente, por su parte, ha aportado 25.000 euros para la rehabilitación del edificio, que adolecía de graves humedades.
Una decena de los libros firmados por Del Cañizo tratan sobre jardinería, jardines artísticos y una treintena son de literatura infantil, con la que tomó contacto cuando sus hijos eran pequeños, y en la que ha sido un autor de referencia. Si hubiese que contar todos los premios que ha atesorado en su vida haría falta ocupar toda esta sección para dar cuenta.
Del Cañizo siempre ha sido una mente privilegiada. Gran colaborador de medios de comunicación, y en este periódico concretamente tenía una columna, 'La ciudad y sus árboles', con la que muchos han aprendido del patrimonio arbóreo y la variedad de especies, la biodiversidad, que atesora la capital.
Pero si de algo siempre habrá que darle las gracias es de cómo transformó esta finca creando nuevos espacios más allá del jardín histórico de los Loring. La Concepción siempre será la mejor 'selva' de Europa. Como explican Penélope Gómez y Javier Gutiérrez del Álamo, el jardín atesora junto al Parque de Málaga la mayor colección de plantas subtropicales del Viejo Continente.
Del Cañizo fue 'padre' del llamado 'Mapa mundi de palmeras', donde se agrupan por continentes, y la zona sur, donde se reúnen las que requieren un ambiente más cálido. No hay que olvidar el espacio 'Las plantas de nuestra vida, con especies autóctonas; o 'La vuelta al mundo en 80 árboles', con un título muy literario; y el estanque de plantas acuáticas, justo a la entrada del jardín botánico. Con todas estas incorporaciones, llenas de didáctica y pedagogía, el número de especies vegetales del jardín aumentó en 200 durante su dirección, con lo que también aumentó la biodiversidad del enclave, que actualmente alberga un millar de especies. La catedral de la naturaleza de Málaga.
Ahora, con el homenaje del Ayuntamiento de Málaga, la biblioteca con sus ejemplares, que llevará su nombre y que en breve será inaugurada, se cierra el círculo con este ingeniero agrónomo, que fue clave en el esplendor actual de La Concepción, que en el último año fue visitada por 154.000 personas, más del doble que hace una década, como aporta la administrativa Lorena Ríos. Un espacio sinigual, cuyo conocimiento debería ser casi obligado para obtener el 'carné de malagueño'. Si el paraíso existe no debe ser muy diferente a este jardín.
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