Del quirófano al baño: una intoxicación alimentaria puso en jaque este sábado las Urgencias del Hospital Regional

Todo comenzó al mediodía, cuando varios de ellos comieron el alimento 'sospechoso', un pollo en salsa que estaba, según fuentes consultadas «en mal estado o mal manipulado». Unas seis horas después comenzaron los a llegar los efectos, que fueron desde el malestar general hasta otros síntomas, como retortijones, dolores de estómago y diarreas, además de cualquier otro asociado a una intoxicación alimentaria.

Tal como explican fuentes del Sindicato Médico de Málaga, los facultativos pasaron su jornada «como pudieron» gracias a que todos «arrimaron el hombro». «Menos mal que no llegó ninguna cirugía compleja y larga de urgencia, porque no se puede operar de esa manera», añaden estas mismas fuentes.

Preguntados por este asunto, desde el Hospital Regional detallan que el centro tuvo conocimiento, el sábado por la tarde, de la toxiinfección alimentaria sufrida por parte de algunos profesionales del centro. Así, explican que ños afectados estuvieron asistidos por los compañeros del servicio de urgencias y, «desde el primer momento» se activó el protocolo y se actuó «bajo las directrices marcadas por medicina preventiva». Además, resaltan que la atención a la ciudadanía no se vio perjudicada por estos hechos «en ningún momento».

Los afectados son profesionales entre médicos adjuntos y residentes de diferentes servicios, ninguno ha necesitado ingreso y se encuentran clínicamente estables y recuperándose en sus domicilios.

Estos hechos se han puesto en conocimiento de Salud Pública, que abierto el correspondiente expediente y tomado muestras de los alimentos para determinar el origen del cuadro y las posibles responsabilidades. Asimismo, recuerdan que cuando se finalice la investigación «se tomarán las medidas oportunas». Se prevé que el resultado de dichas pesquisas se conozca en un par de semanas.

Desde el Sindicato Médico de Málaga lamentan lo ocurrido y reclaman «más atención en la comida que se sirve a la guardia». «Esto no puede volver a suceder, hay que buscar la causa y que se evite, no podemos tener un hospital con un brote en un guardia de intoxicación alimentaria, no es de recibo», critican.

De hecho, se preguntan qué podría haber ocurrido si alguno de los afectados se hubiese sentido mal desempeñando su trabajo, aunque «afortunadamente nada de eso pasó». «Hay que tomar medidas oportunas y si hay algún culpable, se le imponga la sanción que corresponda y sobre todo evitar que esto pueda suceder más».