Inversión millonaria para reflotar la antigua clínica de la Encarnación en Málaga

El proyecto de renovación de la antigua clínica de la Encarnación, que ya ha sido autorizado por la Gerencia Municipal de Urbanismo y que lleva la firma del estudio 969 Arquitectos, supone una inversión de 6,6 millones de euros para poner en valor un edificio hospitalario que fue construido en la primera mitad de la década de los años ochenta y que se encuentra parcialmente en desuso, con instalaciones que han quedado obsoletas.

El objetivo de la actuación es renovarlo por completo e «implantar nuevos servicios médicos que completen el programa del complejo hospitalario que forma parte junto con el hospital HM Málaga, en el número 121 de la avenida de Carlos Haya», señala el proyecto de reforma, que ha podido consultar SUR. De hecho, esta antigua clínica está comunicada con el hospital HM (antiguo Chip) mediante un pasillo en sótano bajo la calle Ruy López.

La reforma incluye una «renovación estética de la fachada del edificio acorde con la imagen del nuevo gestor del complejo sanitario», apunta el expediente autorizado por Urbanismo, en el que se añade que «se aprovechará este cambio de aspecto de la fachada para mejorar sus características como envolvente térmica del edificio». Jesús Burgos, presidente de HM Hospitales Territorial Sur, ha señalado a este periódico que la intención del grupo es iniciar las obras este mes para concluirlas a lo largo del año que viene. Está previsto que los trabajos se ejecuten en tres fases para que el edificio pueda mantener parcialmente su actividad actual.

La actuación abarca una parcela de 1.066 metros cuadrados en la que se encuentran dos construcciones diferentes pero comunicadas. Por un lado, una antigua casa, en la que se seguirá ubicando tras la reforma el servicio de fisioterapia de la clínica, y por otro, el edificio hospitalario, de planta baja más tres y cubierta, que va a mantener su altura actual, si bien se le van a suprimir «construcciones adosadas a la edificación original que se han ido añadiendo sin control a lo largo de los años en planta baja», aclara el proyecto. Asimismo, la intervención eliminará unas estructuras metálicas de la planta cuarta del edificio.

En cuanto a la distribución de los nuevos espacios que se van a habilitar en su interior, en el proyecto se explica que las plantas de hospitalización no respetan las exigencias actuales en cuanto al ancho de los pasillos, ya que solo tienen 1,6 metros de anchura en vez de los 2 metros necesarios para que se pueda maniobrar adecuadamente con camillas. Además, las escaleras tampoco alcanzan las dimensiones necesarias, por lo que una de ellas va a ser reemplazada por otra y otra va a ser adaptada.

Tal y como está configurada actualmente, la clínica dispone de un total de 33 habitaciones. Sin embargo, la reforma pretende potenciar el uso del edificio para consultas externas, por lo que únicamente se mantendrá como planta de hospitalización la segunda, con un total de 11 habitaciones con sus respectivos baños y aseos para visitas.

En la planta sótano, se habilitará una cocina, un almacén y los vestuarios para el personal del nuevo centro sanitario. En la planta baja, la entrada principal será desde la calle Ruy López, y se realizarán dos salas para extracción de sangre, espacios de espera y una decena de estancias para consultas de especialidades como odontología, cardiología, urología y oftalmología. En el cuerpo que inicialmente fue vivienda, que tendrá un acceso independiente, se mantiene la unidad de fisioterapia con una consulta y un total de nueve boxes.

La planta primera también albergará varias salas de espera para unas 14 estancias de consultas médicas, incluidas las de pediatría y otorrinolaringología. En la planta tercera, habrá una consulta polivalente, el servicio de aparato digestivo y una sala de espera. Y la superficie de la planta cuarta, la de menores dimensiones, ya que el edificio se va estrechando a medida que crece en altura, se destinará a lavandería y almacén.