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Dos leyes en 2015 (la 39 y la 40), regulaban la puesta en marcha de la administración electrónica, que no es otra cosa que la implantación de sistemas informáticos que faciliten al ciudadano su contacto con las distintas administraciones públicas, intentando, fundamentalmente, que haya simplificación ... en los procedimientos y sus trámites administrativos. Es decir, que el ciudadano, una vez que entre en su ordenador y comunique con su ayuntamiento, en este caso, no acabe diciendo con la iglesia hemos topado. Este proceso, que fue ley en 2015, debía haber estado en marcha en octubre de 2018. Pero la realidad es aplastante y los municipios, muchos, no han podido ponerla en marcha por lo que el Gobierno no tuvo otra que mirar hacia adelante y dar una prórroga hasta abril de este año 2021.
Este proceso ha sido arduo desde que el otrora secretario general del Ayuntamiento Venancio Gutiérrez Colomina escribiera una guía para implementar la administración electrónica en 2017, detallando las operaciones de los ciudadanos con el municipio, aquellos que van desde dar de alta cualquier servicio, pagar una tasa o demandar una prestación. Lo cierto es que en estos últimos meses, el equipo de Intervención General se ha puesto las pilas y se ha liberado por fin de los papeles. Sus miembros usan dos monitores de ordenador para tramitar electrónicamente en uno el proceso que se le requiera mientras en otro realizan el escrito necesario para el mismo, subirlo, y que prosiga el trámite, como explica el interventor general, Fermín Vallecillo, junto a los responsables el interventor adjunto, Jesús Jiménez; la jefa de Negociado de Gastos Menores, Carmen Fuentes; el jefe del servicio de Fiscalización, Álvaro Sánchez; y la jefa de servicio de control financiero, María Isabel Luque.
En las mesas ya no hay esas montañitas de papeles que había que sacar adelante, y ahora es el programa Tramita el que se usa para estos menesteres, aunque el Centro Municipal de Informática (CEMI) esté valorando la adquisición de un nuevo programa.
Todas las personas jurídicas tienen que relacionarse de forma electrónica con las administraciones, y por ende con el ayuntamiento, pero para las físicas y colectivos con menos posibles, Intervención organizó cursos para conocer, por ejemplo, cómo solicitar las subvenciones. «Las jornadas a las asociaciones con señores mayores que no sabían usar la sede electrónica han sido muy productivas y nos hemos sentido muy útiles» explica Vallecillo, que añade que el objetivo es ser un referente e intervención. Por este motivo, han puesto en marcha el I Plan Estratégico, que tiene como finalidad mejorar el control interno municipal a través del plan anual de control financiero, y a su vez integrar los objetivos de la Agenda 2030 como por ejemplo la homogeneidad en el tratamiento de los expedientes. La Intervención General sigue modernizándose. Habrá que estar atentos.
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