Interior proyecta una gran comisaría para Málaga tras el derribo del antiguo cuartel de Capuchinos

En concreto, según se anuncia desde la SIEPSE, en Capuchinos se ubicarán las Unidades de Intervención Policial (UIP), cuya misión es la actuación en inminentes o graves episodios de alteración de la seguridad ciudadana; la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), dedicada a auxiliar a las UIP para aliviar su carga de trabajo; la Unidad de Subsuelo y Protección Ambiental, especializadas en intervenciones en alcantarillas, cuevas, pozos, etcétera; los Técnicos Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX); los guías caninos; y los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOES), cuyos cometidos son la detención de terroristas, individuos armados o peligrosos y grupos de crimen organizado. Asimismo, realizan protecciones especiales de personas, bienes y cualquier otra labor policial que requiera una especial cualificación operativa.

Según ha podido conocer SUR, Interior ya trabaja en la elaboración de un primer anteproyecto de esta gran sede policial, que abarcará una superficie de unos 6.500 metros cuadrados junto a la parroquia de la Divina Pastora y Santa Teresa de Jesús. No obstante, su materialización se antoja todavía lejana en el tiempo, ya que primero debe resolverse el asunto de la demolición del antiguo cuartel, licitada de forma sorpresiva por la SIEPSE a principios del pasado mes de diciembre.

El paso dado por Interior para hacer desaparecer en su totalidad el antiguo cuartel ha llevado al Ayuntamiento a dar los primeros pasos para estudiar su protección total o parcial. Así, un primer informe del Servicio de Conservación y Arqueología de la Gerencia Municipal de Urbanismo apuesta por evaluar la posible protección del edificio tras analizar sus valores arquitectónicos.

El concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, explicó que este documento dará pie, a lo largo del mes de enero, a la formulación del expediente para analizar la posible protección del cuartel. Urbanismo argumenta que la importancia del edificio no es solo arquitectónica, por contener estructuras de antiguo convento capuchino del siglo XVII, sino también porque junto con la iglesia configuró hacia 1879 la actual plaza de Capuchinos, epicentro de este barrio.

El inicio del expediente para analizar la protección total o parcial del edificio supondrá la suspensión cautelar de toda clase de licencias de obra en el mismo durante un periodo de un año, lo que en principio frenará por ese plazo la demolición.

No obstante, en cualquier caso, ese derribo tampoco podría producirse hasta que el Gobierno central presente en el Ayuntamiento el proyecto de la nueva sede policial con la que pretende sustituir el antiguo cuartel. Esto es porque el edificio se encuentra dentro del ámbito del Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Centro Histórico, cuya normativa impide con carácter general autorizar una demolición si no viene acompañada por un proyecto constructivo para reemplazar a lo que se va a hacer desaparecer.

Con todo, el Ayuntamiento no pierde la esperanza en poder hacer variar de planteamiento al Ministerio de Interior y hacerse con la propiedad del antiguo cuartel para darle un uso municipal. «Vamos a poner sobre la mesa la posibilidad de ofrecerles una permuta de suelo para que construyan esas dependencias policiales en otro lugar, de forma que ese espacio sea para la ciudad», explicó el concejal de Urbanismo. «Si les ofrecemos alternativas de suelos con mejores conexiones viarias, mejor comunicados con las autovías, hay opciones de que ese lugar quede para otros usos ciudadanos», señaló Raúl López.

No obstante, por ahora, el planteamiento del Ministerio del Interior es firme en seguir adelante con el proyecto para levantar en este espacio una gran sede policial cuando sea posible.