Aspecto de la fisura que parte en dos este templo del siglo XVIII situado junto a la Catedral. sur | vídeo: pedro j quero

La iglesia del Sagrario de Málaga clama al cielo: Tres años cerrada y sin solución a sus enormes grietas

La Junta no ha autorizado aún el proyecto del Obispado para reforzar la cimentación del templo y ha pedido más sondeos

Jesús Hinojosa

Málaga

Martes, 17 de enero 2023, 00:11

Este mes de enero se cumple un triste aniversario. El tercero desde que a principios de 2020 el Obispado de Málaga tuvo que cerrar la ... iglesia del Sagrario, junto a la Catedral, porque observó que la enorme grieta que parte en dos este templo del siglo XVIII había aumentado de tamaño. Desde entonces, tres años ya, esta iglesia permanece clausurada y sin una solución a la vista que permita frenar el deterioro que padece. En este tiempo, ha sido incluida en la Lista Roja del Patrimonio que elabora desde 2007 la Asociación Hispania Nostra a nivel nacional.

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¿Por qué no se pone freno a la fisura que parte la iglesia del Sagrario y se reabre al culto? Básicamente porque la delegación de la Consejería de Cultura sigue sin autorizar el proyecto elaborado por los arquitectos Juan Manuel Sánchez La Chica y Adolfo de la Torre Prieto para parar el movimiento de las grietas. Estos técnicos del Obispado apuestan por reforzar la cimentación del edificio con inyecciones a baja presión, y detener así el movimiento de la fractura que lo parte en dos. Esta patología está causada por una diferente consistencia del subsuelo en uno y otro extremo de esta construcción de una sola nave.

Sin embargo, la Junta sigue sin tenerlas todas consigo a la hora de autorizar esta solución, ya que considera que esas inyecciones, diseñadas por un experto en cimentaciones especiales, dañarían los restos arqueológicos que han aparecido en los sondeos realizados por la diócesis bajo la iglesia. Esas excavaciones permitieron constatar «una potente secuencia arqueológica», según apuntó Cultura en sus informes, que abarca desde la época tardorromana, de la que aparecieron restos paleocristianos. En concreto, trozos de una lucerna o lámpara de cerámica, decorada con una cruz, y platos y patenas con los símbolos del cordero, la paloma y el pavo real que podrían datarse entre los siglos IV y VI después de Cristo. Estos restos fueron limpiados y catalogados para que pasen a formar parte de los fondos del Museo de Málaga.

Además, aparecieron muros y partes de la mezquita que inicialmente se utilizó como catedral tras la conquista de la ciudad por parte de los Reyes Católicos. Aquí está el dilema: Poner remedio a la grieta que pone en peligro la estabilidad de la iglesia del Sagrario o conservar a toda costa los restos arqueológicos del subsuelo sin alteración alguna.

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A finales del año pasado, el nuevo deán de la Catedral, José Ferrary, fue muy claro al referirse a este asunto. «Cada cierto tiempo se mide la grieta y vemos que avanza. Con un temblor de grado cuatro, igual se cae esta iglesia cualquier día», dijo en una rueda de prensa en la que remarcó que el Obispado no está dispuesto a emprender una nueva campaña de sondeos arqueológicos como ha pedido Cultura. En concreto, la Junta ha solicitado que se haga una cuarta cata que tendría un coste de 300.000 euros y un plazo de ejecución de ocho meses.

Daños que se aprecian en la columnas de la galería que une la iglesia con la Catedral. SUR

La Iglesia no quiere hacer otra prospección más porque argumenta que ya ha hecho tres bajo el Sagrario y su entorno, y que se ha gastado 370.000 euros en estudios sobre las patologías del templo y las posibles soluciones.

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¿Qué dice la Consejería de Cultura? Fuentes de la Delegación del Gobierno de la Junta en Málaga han apuntado a este periódico que están «estudiando la actuación para ver si es posible plantear una alternativa al refuerzo de cimentación tal y como lo propone el equipo contratado por el Obispado, ya que la solución planteada podría afectar a los restos arqueológicos existentes en el subsuelo». «De momento no se descarta ninguna opción. Está en estudio», han remarcado.

El problema es que ese estudio dura ya tres años en los que el movimiento de las grietas que obligaron a cerrar la iglesia incluso se está dejando notar en el deterioro de algunas de las columnas de la galería que une el Sagrario con la Catedral. Mientras se resuelve este dilema entre la conservación de los restos arqueológicos y el refuerzo de la cimentación para frenar las fisuras, el deterioro avanza en este histórico templo del Centro de Málaga. ¿Llegará a venirse abajo como vaticina el deán?

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