Aspecto de la grieta que se aprecia en la fachada del templo. Migue Fernández

Junta y Obispado planean una solución para reparar la iglesia del Sagrario de Málaga tras más de tres años cerrada

Estudian reubicar las inyecciones para reforzar la cimentación del templo de forma que afecten menos a los restos arqueológicos del subsuelo

Jesús Hinojosa

Málaga

Lunes, 26 de junio 2023, 00:27

Tres años y medio han pasado ya desde que en enero de 2020 el Obispado de Málaga optara por cerrar la iglesia del Sagrario, junto ... a la Catedral, al comprobar que se había agravado el estado de la grieta que la parte en dos. Desde entonces, este templo ha sido incluido en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la Asociación Hispania Nostra a nivel nacional, y los técnicos de la diócesis y de la Consejería de Cultura han mantenido varias reuniones para intentar llegar a un acuerdo sobre la mejor solución para reforzar la cimentación de esta construcción barroca, sin afectar a los restos arqueológicos del subsuelo. Una complicada ecuación para la que parece que ya puede haber una solución definitiva en el horizonte.

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Según ha podido conocer SUR, tras las reuniones celebradas entre ambas partes en los últimos meses, en las que acercaron posturas, se vislumbra como alternativa más factible, para hacer compatibles las inyecciones de material que fortalezcan el terreno sobre el que se asienta la iglesia sin dañar los vestigios de una antigua mezquita, la opción de reubicar esas inyecciones controladas, de forma que se concentren en una determinada zona bajo el edificio, suprimiendo algunas de las que se iban a hacer en su entorno exterior.

De este modo, se mantendría el mismo número de inyecciones controladas pero se cambiaría su posición para procurar no provocar daños en restos que, según las prospecciones realizadas en los últimos años por el propio Obispado, podrían pertenecer a muros y partes de la mezquita que inicialmente se utilizó como catedral tras la conquista de la ciudad por parte de los Reyes Católicos.

Los técnicos que supervisan este asunto confían en que, de ese modo, pueda conciliarse la preocupación de los arqueólogos de la delegación de la Consejería de Cultura, dirigida por Gemma del Corral, respecto a que se puedan dañar en exceso esos restos con las inyecciones, con la inquietud de la diócesis por dar una solución cuanto antes al deterioro de la iglesia del Sagrario, plasmado en una grieta que la parte en dos y que sigue agrandándose. Esta patología está causada por una diferente consistencia del subsuelo en uno y otro extremo de esta construcción de una sola nave.

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A ocho metros de profundidad

El arquitecto de la Catedral, Juan Manuel Sánchez La Chica, junto a Adolfo de la Torre Prieto, han propuesto desde el principio como la solución más óptima para frenar ese movimiento y reforzar los cimientos del templo unas inyecciones que se aplicarían a ocho metros de profundidad, por debajo de la cota de los restos arqueológicos. No obstante, para poder practicarlas habría que realizar unas perforaciones hasta alcanzar ese nivel, y eso es lo que preocupa a los arqueólogos de la delegación de Cultura.

Con todo, es posible que esta variación de la solución propuesta por el Obispado pueda finalmente contentarlos. Para ello, se están haciendo estudios por parte de la Iglesia que permitan conocer si esa reducción del área en la que se aplicarían las inyecciones es viable y no merma el efecto de este método para reforzar la consistencia del subsuelo y frenar su movimiento.

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En las próximas semanas se sabrá si finalmente la Junta y la diócesis cierran definitivamente la solución para la iglesia del Sagrario, un templo con un gran valor histórico y patrimonial, que contiene varios retablos de distintas épocas y procedencias, y que muestra en su fachada norte la portada de la que iba a ser una Catedral gótica para Málaga, que se empezó a materializar en el siglo XV y luego se descartó.

Las excavaciones arqueológicas realizadas en los últimos años por el Obispado, a petición de la administración regional, permitieron constatar «una potente secuencia arqueológica», según apuntó Cultura en sus informes, que abarca desde la época tardorromana, de la que aparecieron restos paleocristianos. En concreto, trozos de una lucerna o lámpara de cerámica, decorada con una cruz, y platos y patenas con los símbolos del cordero, la paloma y el pavo real que podrían datarse entre los siglos IV y VI después de Cristo. Estos restos fueron limpiados y catalogados para que pasen a formar parte de los fondos del Museo de Málaga.

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