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Un iceberg de 15 toneladas viene de camino a Málaga. ¿Lugar de procedencia? El Ártico. ¿Razón? Porque está considerado como la zona cero del cambio climático. Ahí se encuentra en estos momentos el aventurero malagueño, Manolo Calvo, liderando la expedición de 'Desafío Ártico'. Un proyecto ... educativo que lleva a jóvenes que han superado un cáncer hasta Groenlandia. «El cambio que se ha producido en cuestión de cinco años es alarmante. Donde antes se veía hielo y grandes glaciares, hay zonas en las que ya no queda nada», lamenta.
En este contexto, surge la idea de concienciar a los malagueños con un ejemplo gráfico. Reproducir en la ciudad lo que sucede en el Ártico y lo que tiene en alerta a la comunidad científica. El iceberg, que pesa 15 toneladas, se colocará en la calle Larios. Ahí se dejará que se derrita para ilustrar el fenómeno del cambio climático.
Groenlandia. No hay una región en el planeta donde más se pueden apreciar las consecuencias del calentamiento global. El retroceso de los iceberg y de las capas de hielo eleva el nivel del mar. El agua dulce del hielo reduce la salinidad del mar y amenaza el espacio vital de una flora y fauna que depende del hielo.
Manolo Calvo conoce el Ártico como la palma de su mano. Tras numerosas expediciones en solitario, decidió darle más peso al vector educativo que tiene el proyecto de 'Desafío Ártico'. La idea de poner el foco en las nuevas generaciones se materializa con la oportunidad de acompañarle en su viaje por Groenlandia a un grupo de jóvenes que han logrado superar un cáncer.
Acompañado por su hijo, que también se llama Manolo Calvo, llevó lideró un viaje que llevó a este grupo a glaciares que hoy día solo existen en las fotografías que él mismo tomó hace unos años. «El antes y después es bastante revelador», señala Calvo. «Se puede seguir negando el cambio climático, pero esa opinión no se sostiene con los hechos. Aquí, se puede ver en primera persona», añade. Para esta expedición, Calvo ha contado con la ayuda de la Fundación Dingonatura y de la Diputación de Málaga.
La celeridad con la que están retrocediendo los glaciares sorprende al propio Calvo. «Hasta hace poco, había un equilibrio entre la nieve que luego se convertía en glaciares y el agua que se derretía y los iceberg», señala.
El reto de traer el iceberg hasta Málaga también es un reto logístico. El encargado de coordinador que todo funcione como está previsto es el hijo de Manolo Calvo. «No es que llegamos a Groenlandia y se nos ocurre traer un iceberg. Es un proyecto que se ha madurado durante siete meses y que cuenta con todos los permisos pertinentes», detalla Calvo.
La llegada del iceberg, calcula, será a finales de agosto o principios de septiembre. Ahora se encuentra en un contenedor, a 22 grados bajo cero, en un contenedor precintando, en el puerto de Nuuk, la capital de Groenlandia.
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