Anoche el Gran Hotel Miramar brillaba más de lo normal, y es que el primer lustro de alegrías, trabajo y esfuerzo había que celebrarlo de alguna forma. Con mucho glamour, elegancia y una fiesta ambientada en la década de 1920 (peinados bob, lentejuelas, cintas en ... la frente y muchos flecos) la organización del hotel hizo las delicias de unos 550 malagueños que no se perdieron este festejo en una tarde de viernes atípica a los pies de la Malagueta.
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Con gran presencia de autoridades de distintos ámbitos, empresarios, clientes y amigos del Miramar, la tarde comenzó a partir de las 20.00 horas, cuando la recepción comenzaba a llenarse de vestidos largos y trajes de chaqueta, grandes sonrisas que esperaban pasar una noche inolvidable.
Entre ellas, la directora del hotel, Mariola Valladares, resplandecía con un look de Rafael Urquizar pensado para la ocasión: «Queremos celebrar esta travesía y espero que todo el mundo disfrute, porque este encuentro es muy enriquecedor para el hotel. Estamos muy orgullosos de trabajar en el mejor hotel de la Costa del Sol», aseguraba.
Para el presidente de Hoteles Santos, José Luis Santos, la cadena que respalda el resurgir de este edificio emblema, lo que hace grande al Miramar son «las personas que trabajan en él», por ello era fundamental agradecerles el esfuerzo diario que invierten en que todo funcione a las mil maravillas en este espacio de lujo: «Han pasado cinco años, dos de ellos en pandemia, y que podamos estar aquí es un orgullo. Nosotros hemos sobrevivido y aunque ahora vivimos un momento dulce ha sido duro», resaltaba recordando aquellos primeros meses de pandemia. El arquitecto del proyecto, José Seguí, comentaba que como profesional, la mayor satisfacción que puede recibir es ver «que el hotel está vivo, lleno de gente».
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Una vez en el cóctel los invitados se dispersaban por las mesas altas y distintos puestos de comida que, junto al cátering, iban llenando de alegría las conversaciones de la noche. Un baile al estilo 'charleston' ocupó las miradas de los asistentes a mitad de la velada y, más tarde, llegó el momento de los discursos y agradecimientos: «Esto significa una consolidación de la Málaga del siglo XXI, que apuesta por la excelencia y la calidad», resaltó el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, cerrando una noche de estrellas y optimismo para el futuro.
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