
Ver 17 fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver 17 fotos
Llegaba al salón de plenos como se envuelve a los más pequeños en una toquilla, lleno de cariño y abrazos de una importante representación malagueña ... y andaluza de las artes y la ciencias, instituciones, familiares y amigos, que esperaban este miércoles como agua de mayo. El calendario correspondía y José Manuel Cuenca Mendoza, más conocido como Pepe Bornoy, recibía este miércoles un reconocimiento único, la más alta distinción de Málaga, la que anhelaría cualquier nacido en esta tierra: la medalla de la Ciudad y título de hijo predilecto.
Pocas veces la instrucción de un expediente ha sido tan meteórica en última instancia, ya que se aprobaba la tramitación del mismo el pasado mes de enero y en mayo se hace realidad. No huelga decir que ya lo había pedido la Asociación de Vecinos de El Palo, en 2012, que ya ha llovido, pero que el último impulso se lo daba, afortunadamente, el pasado mes de octubre la Academia de Bellas Artes de San Telmo justo el día en el que artista cumplía 80 años. Una cifra redonda. Los mismos años que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que era el encargado de entregarle la distinción, aunque la tramitación rauda y veloz ha corrido a cuenta de la concejala de Cultura y Deportes, Noelia Losada.
José, bueno Pepe como todos le han llamado en el acto con devoción, no tenía pensamiento de hablar, no se encontraba con fuerzas, pero tales han sido las palabras de los predecesores, los portavoces socialista, Dani Pérez, popular, Elisa Pérez de Siles y naranja, Noelia Losada, el propio alcalde y uno de los grandes amigos del pintor, Francisco Cabrera, que ha glosado como nadie su figura y su aportación al mundo del arte, que al final Bornoy se ha lanzado a dar las gracias. Recordaba a su hermano mayor y a su madre, pero sobre todo ponía el acento en el tributo que le debía a su padre por la clarividencia que siempre tuvo hacia su futuro; «gracias por todo, queridos amigos», que decía visiblemente emocionado.
Allí en la niñez, donde se guardan los recuerdos que forjan a las personas, aparecía su progenitor como un humilde pescador de El Palo, que desde bien pronto se dio cuenta de su hijo no había nacido para sacar las redes de la mar. Aún así, él estuvo siempre cercano a esta inquietud marenga, y su apellido artístico no sería otro que Bornoy, precisamente los corchos que se enjaretan en las redes y que hacen que esta flote en la superficie cuando inician el lance, que habían reseñado anteriormente los concejales, quienes también subrayaron los múltiples premios y reconocimientos del pintor.
Fue el propio Francisco Cabrera el que describió con más intimidad esa niñez de Bornoy, junto a su padre, que falleció cuando él aún era un niño, pero que ha tenido siempre muy presente. «A medida que juntos y tendidos en la arena de la playa, a un paso del rebalaje, él aconsejaba, y le aconsejaba bien, contemplando las estrellas en las limpias noches de los cielos malagueños. Estrellas tan lejanas para el hombre y tan cercanas para Pepe», decía dando cuenta de que desde pequeño supo que lo suyo estaba en el mundo del arte. «Porque Bornoy es, ante todo, creador, pintor, escultor, poeta y académico atormentado por el acto sublime y mágico de crear», eran las bellas palabras que su amigo Cabrera la dedicaba.
Casi todos se paraban en su gran obra, 'El hotel del pintor', en la calle Álamos, «auténtica Sixtina del arte digital», que subrayaba el académico de San Telmo y de la Academia de las Ciencias, donde hay en la actualidad 98 obras de arte digitales del homenajeado, que se reparten por sus estancias y unas 15 habitaciones.
El currículo de Bornoy es bien extenso, ya que su primera exposición en Málaga fue en 1965 y desde entonces ha sido capaz de dar a luz a un centenar de muestras tanto en España como en el extranjero, y en la actualidad, como subrayaba Cabrera, le habían solicitado para las salas Galileo y Moncloa, en Madrid, «a ver si en horizontes más cercanos» pudiéramos contemplar su trabajo de los últimos tiempos, «ahí lo dejo», que decía dejándolo efectivamente caer.
Para Dani Pérez, Bornoy surgió entre las redes de pesca y el olor a brea, e «inspirado en una Málaga colorista ha conseguido el prodigio de escribir una poesía pintada y hacer una pintura llena de poesía». Para Pérez de Siles, es «un malagueño universal que hoy reconocemos por su deslumbrante obra, por su amplísima trayectoria y por un arte, en el sentido más amplio de la palabra, que es ejemplo para cualquier artista».
Losada, la instructora del expediente, subrayó que aunque Bornoy no pudo ir a la escuela «dio con las cajas negras de la educación» con su infinita curiosidad y su creatividad, él es de «aquellos que luchan contra las circunstancias y éstas le hacen crecer de una manera única».
Finalmente, De la Torre, quien le hacía entrega de la distinción, subrayó que este era un «acto de justicia», explicando que Bornoy siempre había sido un hombre inquieto por saber de poesía, teatro, arte, y de pintura abstracta, y que había expuesto en París, Roma, Londres, Madrid, Sevilla, Granada, Málaga, y que la medalla de la Ciudad que le entregaban correspondía al anhelo de los vecinos de El Palo, que para él la pidieron.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El PRC elegirá en primarias al sucesor de Miguel Ángel Revilla el 4 de mayo
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.