La vida de una persona con corazón solidario casi nunca está libre de baches y momentos difíciles por el camino. La de una de las creadoras imprescindibles e impulsora de los cuidados paliativos en Málaga, Joan Hunt, tampoco lo estuvo, por ello se forjó ... en esta mujer inglesa una personalidad fuerte, llena de empatía y dulzura que regalar a otros para hacer su sendero mucho más sencillo.
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Aunque Hunt nos dejó a finales de junio de este año, su recuerdo está hoy más vivo que nunca, persiste y perdurará en la provincia gracias a un legado sin parangón: Cudeca, la fundación que se encarga de mejorar la calidad de vida de personas con enfermedades terminales. Y así lo demostraron sus amigos, compañeros y admiradores en un emotivo encuentro como despedida y recuerdo en el Colegio Oficial de Médicos, aunque con organización la Academia Malagueña de Ciencias, con la presencia de algunos representantes institucionales relacionados con la salud que no pudieron faltar a una cita que se recordará por mucho tiempo. Entre ellos, el delegado territorial de Salud y Familias en Málaga, Carlos Bautista, la vicepresidenta cuarta de la Diputación de Málaga, Natacha Rivas, el presidente de UPROSAMA, Juan Manuel Niebla, representación de la Universidad de Málaga, personal médico o especialistas Cudeca, juntos para rendir homenaje a una figura muy relevante del mundo asociativo.
Y en la mesa de ponencias, antes de que la doctora Marisa Martín, directora médico de Cudeca, iniciase su recuerdo con 'Joan Hunt, una entre un millón', la vicepresidenta de la fundación, Susan Hannam recordaba a su compañera y amiga con los ojos vidriosos y las mejores palabras, pero siempre desde «la alegría y el agradecimiento», afrontando el reto que les dejó esta impulsora que no es otro que «celebrar la vida».
Como broche, ese girasol amarillo lleno de luz y esperanza como símbolo de los cuidados paliativos, fue el complemento perfecto para todos los invitados, felices de poder presumir de haber conocido a una mujer que rebosaba interés y cariño por los demás, con alma solidaria y de espíritu incansable. Joan Hunt es inolvidable y, gracias a su esfuerzo, hoy la vida de muchos malagueños es más sencilla.
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