La Casona del Parque

Historia de una crisis de gobierno mediática

La portavoz popular hizo unas duras declaraciones sobre su socia de gobierno, Noelia Losada, que templó ánimos; y el alcalde respaldó a la primera. En todos estos días no lo han hablado cara a cara

Lunes, 28 de marzo 2022, 00:27

Tras la comisión de Economía, la portavoz popular, Elisa Pérez de Siles, se despachaba con su socia de gobierno en el Ayuntamiento, la portavoz naranja, Noelia Losada, diciéndole lindezas tales como que Ciudadanos parecía «bipolar» porque a veces se posicionaban con ellos y otras con ... los de la bancada de enfrente, y la instaba a que dijera si había roto el pacto de gobierno tras votar a favor de la oposición para que se reduzcan los cargos de confianza (asesores) en el Ayuntamiento. Estas declaraciones mediáticas tenían respuesta, vía también medios de comunicación, cuando Losada le contestaba que no iba a bajarse «al barro», y que Ciudadanos era el socio más fiable que tenía el PP en el Ayuntamiento. Esto ocurría un jueves. Por la noche se suponía que el alcalde Francisco de la Torre y Losada coincidirían en una cena en el Hotel Miramar auspiciada por el Festival de Cine. El regidor no apareció y se desconoce la causa.

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Al día siguiente, el viernes, la rueda de prensa de la junta de gobierno local sirvió para que el alcalde le diese un espaldarazo a Pérez de Siles, cuyas declaraciones, obviamente, estaban hechas con su conocimiento y consentimiento. La frase, también en una línea dura para como el alcalde se suele expresar, ponía en duda la lealtad de Ciudadanos y les advertía que «de seguir así no tendría sentido el acuerdo de gobierno».

El aviso a navegantes, que De la Torre hacía el viernes, volvía ser minimizado por Losada, quien subrayaba más tarde que «la lealtad de Cs no es opinable, es medible. Lo demás es alimentar polémicas estériles. Yo no lo voy a hacer».

Todo este cruce de declaraciones se hacía y se ha hecho en el estricto ámbito mediático. Lo cierto es que a día de hoy, ningún miembro del PP ha hablado con Losada acerca de este asunto. De la Torre, de hecho, tuvo la oportunidad de hacerlo el viernes por la noche en un acto que había en Albéniz en el que coincidió con la portavoz naranja. De todo lo ocurrido «ni pío». Es como si dos novios se pelean vía redes sociales pero nunca se dicen nada cara a cara, ahora que está tan de moda cortar sin ni siquiera verse. Mundo adolescente, política adolescente. Estamos ante una crisis de gobierno en el Ayuntamiento de Málaga que no hay que desdeñar porque el tono de lo dicho, sobre todo por parte del PP, no es precisamente amable, pero lo cierto es que los protagonistas no se han sentado a hablarlo. En una época en el que el relato mediático marca las relaciones entre políticos, ¿qué se puede esperar de un pacto de gobierno? ¿Quién tendría que haber citado a la otra parte? Claramente debían haberlo hecho los que se sentían agraviados, en este caso el PP. Si algo les molestó de su socia podían habérselo dicho en vivo y en directo, y si ésta no entraba a razones, haber montado una escalada mediática para hacerlo constar. En este caso, se invirtieron claramente los términos, de tal forma que la crisis de gobierno es una crisis de gobierno digital. Los actores, PP y Cs, no han tenido tiempo de hablarlo personalmente, ni por teléfono ni en los despachos. El mundo se vuelve impersonal e inconsistente a pasos agigantados. A los hechos nos remitimos.

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De la Torre y Losada no se han sentado a hablar estos días.

Pacto de gobierno. El PP quiere una 'tarifa plana' como la que tiene con Cassá

A esta altura de la película nadie duda de la capacidad de gobernanza que tiene De la Torre. Parece que el PP, como en ocasiones ha hecho constar a su socio, Ciudadanos, lo que podría anhelar es una 'tarifa plana', que es la que tiene con Cassá, que no interviene ni en plenos ni en comisiones, y vota en los mismos según los posicionamientos populares. Se sienta, abre su ordenador, se dedica a interactuar con él en las sesiones, pone su dedito cuando toca votar y se levanta y se va, con suerte cuando ya ha acabado la sesión, o cuando llega la hora de comer aunque no hayan acabado, como criticaba en el pasado pleno el socialista Mariano Ruiz Araujo. La respuesta de De la Torre: una defensa cerrada al asturiano. Un supuesto 'socio de gobierno' sin cartera, que no habla ni paula y que vota como se le indica. Un chollo en toda regla, que no se sabe cuánto tiempo le durará ni qué contrapartidas tendrá en próximas listas electorales, ese runrún del que se viene hablando en los pasillos de la Casona, que le situaban en las listas de Alhaurín de la Torre, donde Cassá se ha ido a vivir con su familia, aunque al parecer Joaquín Villanova haya mostrado su descontento.

Ciudadanos ha dejado claro desde el primer momento de la crisis que seguirá mostrando en el Ayuntamiento sus posicionamientos diferentes como el del Astoria, el Hermitage, Unicaja o la reducción del número de asesores, como votó el jueves a favor de una moción de Unidas Podemos. Pero, por encima de todas las cosas, la peor polémica, la que más ha puesto nervioso al alcalde y a su equipo es la del Museo Ruso, y las discrepancias que tuvo desde el principio Cs para no enviar más transferencias dinerarias al Kremlin, con la que De la Torre finalmente se tuvo que plegar pese a que opinaba abiertamente lo contrario. Esto, y la devolución de la medalla a Putin, le ha supuesto al alcalde un desgaste, que ahora hace notar.

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