María Gámez: La hija de un farero para dirigir la Guardia Civil

Hija menor de una familia de once hermanos, los recuerdos de su infancia son los de la calle Victoria número 75 de la capital, frente a la capilla de la Hermandad del Rescate. Suele contar Gámez que desde pequeña comprendió muy pronto que estudiar, formarse y aprovechar las oportunidades era obligado para quienes no querían conformar con sobrevivir y deseaban progresar en la vida. Por ello se volcó en los estudios. Las aulas de la escuela La Aneja, en la plaza de la Constitución, y el colegio del Monte –donde un benefactor anónimo pagó sus estudios–, fueron testigos de su formación académica, al término de la cual encaminó sus pasos hacia la facultad de Derecho, donde se licenció.

Inmediatamente se preparó y sacó unas oposiciones como funcionaria de carrera del Cuerpo Superior de Administradores Generales de la Junta de Andalucía. A ello se unen sus estudios en alta dirección de instituciones sociales, alta dirección de empresa y el título de experta universitaria en derecho constitucional sanitario. La mitad de su vida está dedicada al servicio público. Primero en su vida profesional como asesora del Defensor del Pueblo Andaluz, posteriormente en relaciones laborales y en la Delegación Provincial de Agricultura, donde tuvo como jefe a quien luego sería su contrincante en la lucha por la Alcaldía de Málaga y actual regidor, Francisco de la Torre.

El año 2004 marca un punto de inflexiónen su trayectoria ya que da el salto a la primera línea política, al ser nombrada delegada de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía en Málaga. Ese mismo año se afilia al PSOE, iniciando entonces una carrera política meteórica. Esta enamorada de las nuevas tecnologías permaneció cuatro años en ese cargo hasta que en mayo de 2008 dio el salto y se convirtió en la principal representante del Gobierno andaluz en la provincia como delegada de la Junta en Málaga.

En julio de 2010, cuando en el seno del socialismo se debatía entre varios nombres de peso para ser candidato a la Alcaldía de Málaga en las elecciones del siguiente año -en las quinielas estaban Luciano Alonso, Magdalena Álvarez, Bernardino León Gross o José María Martín Delgado-, sin embargo, la dirección provincial y andaluza del PSOE apostó por la renovación y una cara nueva eligiendo a Gámez, madre de tres hijos y enamorada de la música de Nina Simone y Javier Ojeda.

En las municipales de 2011 y 2015 encabezó la candidatura del PSOE pero no pudo desbancar al popular Francisco de la Torre de la Alcaldía. En agosto de 2016 cuando aún no se habían apagado los ecos de la feria de aquel año, anunció su dimisión como portavoz de PSOE en el Ayuntamiento de la capital y el abandono de la política tras doce años en cargos públicos. En ese momento se incorporó a su puesto de trabajo como funcionaria del grupo A de la Junta de Andalucía.

De allí volvió a la primera línea política en junio de 2018 cuando Pedro Sánchez fue elegido presidente del Gobierno y Gámez accedió a la Subdelegación del Gobierno en Málaga. Aunque no fue de las sanchistas más activas durante la primarias entre Sánchez y Susana Díaz, siempre mostró sus simpatías hacia el hoy jefe del Ejecutivo.

Ahora, la carrera política de esta mujer trabajadora, inteligente, solvente y solidaria puede sumar un peldaño más si la propuesta del ministro Grande-Marlaska se traduce en una realidad y se pone al frente de la Guardia Civil.