El helecho de la Resurrección encuentra su sitio en el cementerio de San Miguel de Málaga

Así, no extraña el hallazgo que ha aparecido en un mausoleo situado frente al de la familia Larios, en el cementerio histórico de San Miguel, en la zona de Fuente Olletas de la capital malagueña. En el frontispicio, junto al símbolo de la calavera con dos tibias cruzadas (que todo el mundo conoce por las banderas de los piratas pero que en realidad simboliza el renacer de la vida) se pueden ver «unas macollas de hojas oscuras y lanuginosas que, sorprendentemente, pertenecen a un helecho». Así lo describe Enrique Salvo, botánico, profesor de Biología de la UMA y director de la Cátedra para la conservación de la Naturaleza de la UNIA. Su nombre popular es 'helecho de la resurrección' o 'helecho lanoso', y su nombre científico es Cosentinia vellea.

«Es una de esas rarezas que pueden observarse gracias al papel de centros biodiversidad que juegan las necrópolis». Su origen se centra en la Región de Irán, y allá por el Terciario, cuando el Mediterráneo se secó por estar aún cerrado el Estrecho de Gibraltar, fue extendiéndose junto con un contingente de especies como el pinsapo, por el Norte de África, penetrando a través de los puentes continentales hasta las tierras de clima mediterráneo de Europa«, relata. Debe su nombre a que se instala en lugares de alta insolación y muy áridos. Durante los meses en los que las condiciones son más duras sus hojas se revuelven quedando tapadas por una borra densa de pelos para evitar perder la poca agua que requiere para vivir. Su metabolismo celular está garantizado por un contenido rico en aceites, de más difícil evaporación.

En cuanto la humedad aumenta y las temperaturas están más equilibradas, lo que, en el caso de Málaga, ocurrió el pasado septiembre,el helecho lanoso despliega sus hojas para producir las esporas con las que se diseminará, además de todas aquellas sustancias de las que tendrá que abastecerse hasta una nueva estación de buenas condiciones, ya que pueden tardar muchos años en llegar una nueva 'resurección'. De hecho, es capaz de resistir en estado de latencia hasta una década.

Además, tanto esta como otras especies de su familia producen cumarina compuesto fundamental de la canela. Esta sustancia es atrayente a la vez que saciante, y así los herbívoros que la prueban memorizan que no deben hacerlo más, porque el resto de su contenido es muy amargo. Salvo explica que estos helechos fueron ampliamente estudiados en Málaga por el nobel de medicina Tadeus Reichstein, que fue premiado por sintetizar la cortisona. «Le atraían mucho por tener un metabolismo similar al humano», explica el investigador

Encontrar un ejemplar en un entorno urbano en Málaga es muy raro, dadas las condiciones meteorológicas de la ciudad, con episodios de sequedad extrema, el efecto de isla de calor, la salinidad del mar y la dureza del agua. «Bien saben a los que gustan de cultivar plantas que es bien difícil en Málaga mantener algún helecho en buenas condiciones, y aún más difícil es ver helechos autóctonos, más allá del culantrillo de pozo o cabellos de Venus, que creció dentro de los túneles del metro cuando se estaba construyendo y que no se asustan con estas condiciones extremas«. Por tanto, reitera Salvo, que aparezca un ejemplar de helecho de la Resurrección en el cementerio de San Miguel es algo extraordinario, y por ello recalca la importancia de las necrópolisis como espacios naturales protegidos dentro de las urbes.