«Estamos haciendo algo histórico, Paco»

Arrancaba así la conversación entre ambos mandatarios, hasta no hace tanto unidos en el deseo común de establecer un eje entre Málaga y Sevilla alejado de la inevitable rivalidad pero hoy con la certeza de que ese proyecto ha languidecido hasta ser casi inexistente salvo en cuestiones relacionadas con el turismo. Había, pues, ganas de estar en la primera línea de esa conversación; comprobar si después de abandonado ese eje queda algo de 'pique'. Y la oportunidad la servía en bandeja de plata Orange, la compañía de telecomunicaciones encargada de reunir a ambos en sendos centros tecnológicos para realizar la primera llamada cien por cien 5G entre dos ciudades europeas.

De la Torre desde la tienda de calle Nueva y Espadas desde Torre Sevilla, respectivamente, se prestaban encantados a la iniciativa pionera, una videollamada establecida a través de la llamada red 'stand alone', una herramienta de última generación desplegada por Orange en colaboración con Huawei. De su importancia daba cuenta uno de los responsables de la compañía, que antes de la conexión insistía en que el 5G «no es una evolución del 4G». Al contrario, sus ventajas -avanzan- representan «una disrupción». «La velocidad de conexión se multiplica por diez y también se incrementa en diez el número de dispositivos disponibles».

En ese escenario, Espadas asumía, solemne, la importancia de ese momento compartido: «Estamos haciendo algo histórico, Paco». «Sí, eso dicen», respondía De la Torre. «Mira -continuaba el alcalde sevillano-, yo creo que han elegido bien. Con independencia del alcalde de Vigo, yo creo que somos los alcaldes que más vocación internacional tenemos». Risas en la tienda de calle Nueva. También en la de Sevilla, vía 5G, por supuesto.

Destacaban ambos a continuación lo «simbólico» de aquel encuentro antes de entrar de lleno en los avances tecnológicos que han experimentado Málaga y Sevilla en los últimos años. Con esa carrera de logros como parte medular de la conversación, Espadas y De la Torre entraban de nuevo en lo personal: «Veo que la lotería ha tocado de refilón en Sevilla, querido alcalde (...). Los vecinos de Utrera tendrán más capacidad de gasto», cambiaba de tema De la Torre mientras Espadas hilaba fino recordando la última vez que ambos se vieron. «Fue en la inauguración del Teatro de Banderas (...). Fíjate que me dí un paseo por la preciosa calle Larios y me compré un décimo, pero visto lo que me ha tocado lo podría haber comprado en Sevilla (...)». Deliciosa la conversación. Oro puro para los que esperaban, justamente, ese tono de rivalidad dentro de la concordia entre ambos mandatarios.

Que si el 'hielo' de las conversaciones se rompe con el tiempo, en estos días todas se cierran -sí o sí- felicitando las fiestas. También lo hicieron ellos: «Feliz Navidad, querido Paco, saludos a tu mujer y a toda la familia». «Igualmente, querido Juan», devolvía De la Torre después de la charla «histórica». En lo tecnológico, claro.