Un guiño al Neoalbéniz y a la Alcazaba: así es la idea de Seguí para el solar del Astoria

Según ha podido conocer SUR de varias fuentes consultadas, el aspecto exterior de la propuesta presentada por el equipo de Seguí es el de un edificio con un revestimiento de color blanco y un volumen que alcanza diferentes niveles para adaptarse a los usos interiores exigidos por el Consistorio: un teatro o auditorio con un patio de butacas retráctil de forma que el espacio pueda quedar diáfano para exposiciones u otros usos culturales o de congresos.

Ese aspecto exterior de volumen blanco se aprecia en las construcciones de la fachada del Museo Picasso hacia la calle Alcazabilla, y también en el diseño del proyecto municipal del Neoalbéniz, otro equipamiento cultural que el Ayuntamiento ha empezado a levantar en un solar situado en las proximidades de la parcela del Astoria, junto a la que también están en marcha los trabajos para un hotel de cinco estrellas de la cadena Meliá en el vacío que dejó el cine Andalucía.

Estos dos proyectos que están en construcción pasarán el testigo a un nuevo Astoria que, de llevarse a cabo la idea de Seguí, también hará un guiño a la cercana Alcazaba, ya que su planta baja estará formada por un zócalo revestido de piedra fósil que generará un contraste con la parte superior blanca, cuya cota más alta quedará alineada con la de las Casas de Campos de la acera norte de la plaza, como pedía Urbanismo.

Otro de los condicionantes de este concurso de arquitectura es que tenía que poner en valor los restos arqueológicos que se encontraron en las excavaciones que se realizaron tras el derribo de los cines y que posteriormente fueron ocultados por capas de tierra y, parcialmente, por el propio Ayuntamiento al reconstruir la acera norte de la plaza de María Guerrero. En ese sentido, la propuesta de Seguí reserva una planta sótano diáfana (tan solo ocupada por algunos pilares de escasa anchura para sostener la estructura del edificio) para que estos restos puedan ser visitados mediante un recorrido con pasarelas que tendría un acceso independiente desde la fachada sur del futuro centro cultural.

Además, el proyecto deja dos fosos alargados en sus fachadas sur y norte para que parte de estos vestigios puedan ser contemplados desde el exterior, sin necesidad de acceder al sótano. Esos fosos serán abiertos, sin cristales, de forma que se podrían observar los restos en un espacio inferior abierto, protegido por una barandilla.

Tras la franja para ver los restos que la idea reserva en la fachada norte del edificio, se ha previsto un muelle cerrado para carga y descarga al que se accedería desde la calle Victoria. No obstante, la entrada principal al recinto se propone por el lateral de la plaza de la Merced, con la que el proyecto se fusiona a un mismo nivel que hace que el espacio público sea una continuación del vestíbulo principal.

Cerca de seiscientos espectadores podrían estar sentados en las gradas del futuro centro escénico esbozado por este equipo, que también incluye una terraza a modo de mirador sobre el zócalo inferior de piedra fósil. Asimismo, contempla, como pedía el Ayuntamiento, un centro coreográfico en la planta superior, así como oficinas y sala de reuniones en la planta baja para cuando el edificio albergue algún congreso.