El guiño del alcalde a Dani Pérez

Por recordar los antecedentes, era el portavoz socialista el que le afeaba la semana pasada que, habiéndole tendido la mano en plena pandemia y aprobándole una modificación presupuestaria, aún no se hubiera sentado a negociar con ellos los presupuestos 2021. La reflexión del líder de la oposición era que es mucho más fácil llegar a acuerdos para gobernar en las actuales circunstancias en un municipio como Málaga debido principalmente al escaso número de partidos y la cercanía entre sus miembros. Por eso, a su juicio, si De la Torre no optaba por apoyos externos, y máxime para aprobar los presupuestos en un año tan delicado para la economía malagueña como este «es porque sencillamente no tiene la intención de generar consensos a su alrededor».

Pues bien, la llamada del alcalde era un buen punto de partida, ya que le ofrecía al líder de la oposición que se sentara primero a negociar los presupuestos con el concejal de Economía y Hacienda, Carlos Conde; explicándole que si «las aportaciones socialistas eran asumibles» podían estudiarlo, según explicaba ayer el interesado. Pérez le hizo llegar, en la media hora que estuvieron hablando, que sus propuestas iban a ser «razonables y sensatas», y que «esperaban que los presupuestos 2021 sean palanca de recuperación».

También le comunicó De la Torre que se iba a poner en contacto con el portavoz de Adelante Málaga, Eduardo Zorrilla para esta cuestión. Por último, le explicó que en los próximos días iba a tener más libertad en la agenda, y que le iba a volver a llamar para que se sentaran a hablar de los presupuestos.

En la Diputación, los presupuestos 2021 han salido adelante con la abstención del PSOE, que lo hizo por un ejercicio de «responsabilidad», como explicó el portavoz socialista en el ente supramunicipal, José Bernal, aunque puntualizó que no le gustaban «en el fondo ni en la forma».

El presidente de la Diputación, Francisco Salado, agradeció la abstención del PSOE «independientemente de las discrepancias». Adelante Málaga votó en contra, y denunció la falta de diálogo. Salado valoró esta actitud como que se había quedado «sola y retratada».

Para Salado, los presupuestos son «históricos», «la vacuna» para la recuperación, y combaten las consecuencias sociales y económicas ocasionadas por la pandemia.

El Ayuntamiento de Málaga aún no ha aprobado sus cuentas, así que existe una oportunidad de oro para que los grupos municipales demostraran que, pese a mayorías y minorías, gobierno y oposición, son capaces de sentarse a negociar las cuentas en una ciudad fuertemente vapuleada por la crisis sanitaria, económica y social. Es triste vivir este goteo incesante de contagios, desesperanza y restricciones. Sería histórico que nuestros munícipes dieran una lección de entendimiento, diálogo y 'fair play' y sorprendieran a sus ciudadanos, votantes, siendo capaces de tener unas cuentas, si no con el voto afirmativo de todos los grupos municipales, al menos con abstenciones a cuenta de enmiendas de la oposición que el equipo de gobierno viera factibles. La oportunidad en mitad de la pandemia del siglo XXI es única para demostrar que se puede hacer política de alto nivel en Málaga. Sólo toca iniciar las conversaciones con ciertas ganas de consensuar cifras y proyectos, con amplitud de miras y buscando la recuperación de la ciudad por encima de todas las cosas. ¿Lo veremos?