Vía libre al arranque de las obras para reducir el riesgo de inundación en el entorno del Guadalhorce

Consisten en el recrecido de la margen izquierda del encauzamiento de los arroyos Prado Jurado, Carambuco y Merino en su confluencia con el encauzamiento del río Guadalhorce; el acondicionamiento a su estado original del encauzamiento en el entorno del Cercanías Málaga-Fuengirola, con la retirada de materiales; la restauración del cauce de aguas bajas en el entorno del puente de la MA-21 (puente de la Azucarera) a las condiciones del proyecto original; el rebaje del cauce de aguas altas en las cercanías del puente de la MA-21, apertura total del segundo arco de avenida de la margen izquierda y modificación de las tuberías de impulsión de la zona oeste de Málaga y Torremolinos bajo el puente de la MA-21; el recrecimiento de las motas del encauzamiento del río Guadalhorce aguas arriba del puente de la MA-21; y el recrecimiento del encauzamiento del arroyo de las Cañas en su parte final.

El diseño de estas actuaciones fue realizado por la Asociación de Polígonos de Málaga (APOMA), que contrató para la ello a la empresa de ingeniería Irtene. La pretensión del Gobierno andaluz es poder financiarlas con los fondos europeos del actual marco comunitario, por lo que deben arrancar cuanto antes.

Estos trabajos suponen una actuación 'low cost' como alternativa a la solución definitiva e ideal, que es la sustitución del puente de la Azucarera por otro de mayores dimensiones para aumentar su capacidad de evacuación del agua. Esa obra, que llegó a cifrarse en unos 60 millones de euros, sigue sin ser impulsada por las administraciones.

Según informaron desde el Gobierno andaluz, con estas medidas se logrará reducir a la mitad la actual zona inundable, en concreto el ámbito que ocupan las naves del polígono Guadalhorce. Los técnicos han estimado que las más de mil hectáreas afectadas actualmente por el riesgo de inundación podrían rebajarse a 427 una vez que se ejecuten las obras.