Aspecto de la zona de hamacas del Parador de Málaga Golf tras el botellón. Sur

Un grupo de jóvenes destroza la zona de hamacas en la playa del Parador de Golf de Málaga

La Policía Local investiga los daños provocados en sombrillas fijas y tumbonas por parte de los participantes en un botellón durante la madrugada

Jesús Hinojosa

Málaga

Domingo, 30 de julio 2023, 13:08

«Parecía que había pasado un tifón». Así describe Enrique Morilla, vecino de Alhaurín de la Torre, el escenario que se ha encontrado a primera hora de la mañana de este domingo en la playa del Parador de Málaga Golf. Como acostumbra a hacer cada ... jornada dominical, madruga y se desplaza a la zona de playa de Guadalmar para ver amanecer. Lo que no se esperaba en esta ocasión es que iba a ser uno de los primeros en descubrir los destrozos causados en la zona de hamacas de este establecimiento hotelero por parte de unos jóvenes que se concentraron en la zona esta pasada madrugada para hacer botellón.

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«Me los crucé en varios grupos cuando iba hacia la playa. Ellos venían por la carretera hacia la zona de Plaza Mayor, provistos aún con bolsas de las bebidas que no habían consumido», ha detallado este vecino, quien se vio sorprendido por los numerosos daños ocasionados en la zona de tumbonas del Parador. «Parece cómo si hubiera pasado un huracán. Las sombrillas de madera que están fijas en la arena estaban completamente arrancadas y volcadas, mezcladas con las hamacas. Y todo lleno de basuras, un desastre absoluto», ha lamentado Enrique.

Las sombrillas de madera y esparto han sido arrancadas y volteadas. Sur

Agentes de la Policía Local se han desplazado esta mañana a la zona para tomar parte de los daños e iniciar una investigación respecto a lo sucedido. Los empleados del Parador de Golf han procurado reordenar la zona lo antes posible para que los clientes puedan hacer uso de ella, aunque lo más complicado es la reposición de las sombrillas fijas de madera y esparto, que probablemente tendrán que ser reemplazadas por unas nuevas. «En diez años que llevó aquí no había visto algo así», ha admitido una de las trabajadoras.

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