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Un grupo de visitantes bajo la pérgola de las glicinias del Jardín Botánico de La Concepción, ayer. Salvador Salas Vídeo: Pedro J. Quero

Las glicinias florecen tras el confinamiento

Jardín Botánico de La Concepción ·

El espectáculo natural efímero se puede ver de nuevo esta semana, después de quedar huérfano de público la pasada primavera por culpa de la pandemia

Ignacio Lillo

Málaga

Miércoles, 24 de marzo 2021, 00:21

Las ramas, inertes durante el invierno, han vuelto a la vida con los rayos de sol que se filtran por la bóveda vegetal del Jardín Botánico de La Concepción. Trepan por los árboles en busca de la luz alta; por momentos sus flores se confunden, como si fueran propias de los ficus que la circundan y se elevan hasta los 20 metros de altura. A sus 164 años, se diría que los troncos leñosos de la glicinia sujetan –y no al revés, como cabría esperar– la pérgola de hierro del cenador, que fue construida en la factoría de Heredia.

La Wisteria sinensis, planta de la familia de las fabáceas, llegó de China y fueron doce los pies sembrados por la familia Loring-Heredia en 1857. Sus racimos de flores de color lila y su aroma sutil crean una atmósfera que, como a las abejas, atrae cada año a cientos de visitantes para contemplar un espectáculo efímero de la naturaleza: un único pase anual que dura apenas dos semanas, entre finales de marzo y primeros de abril. Este año el telón floral se acaba de levantar y será una edición muy especial, ya que el pasado sólo lo pudieron contemplar los trabajadores de la finca: el resto de los ciudadanos estaban confinados en sus casas, en los peores momentos de la primera ola de la pandemia. Las plantas están justo en el momento ideal para dejarse arropar por la explosión sensorial de la primavera malagueña.

En la Costa del Sol es una especie decorativa habitual, y de hecho en muchos jardines públicos y privados ya hace algunas semanas que floreció. Entonces, ¿a qué se debe el retraso en este caso? Aunque la planta se puede desarrollar con poca luz, únicamente florece cuando está expuesta al sol, algo que en su ubicación ocurre cuando el astro ya está suficientemente alto como para esquivar a los grandes árboles que la ensombrecen.

Si está pensando en cultivar una debe tener en cuenta que, si decide que crezca a partir de una semilla, tendrá que esperar entre siete y 15 años para ver las primeras flores. Este plazo se acorta hasta dos o tres primaveras en el caso de que se cultive a partir de un esqueje. A cambio, es muy probable que la glicinia le sobreviva y se convierta en una herencia para las siguientes generaciones, pues es habitual que supere el siglo de vida.

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