Gibralfaro, un monte convertido en estercolero

Cualquier viandante que se asome a la ladera puede divisar la gran manta de basura que cubre absolutamente toda la ladera, lo que evidencia, en primer lugar, una falta de civismo por parte de todos aquellos que tiran los residuos a la montaña, principalmente los más jóvenes, que se adueñan de la zona los fines de semana para reunirse.

En segundo lugar, la falta de limpieza por parte de las instituciones pertinentes. No hay que indagar demasiado para comprobar que hace mucho tiempo que nadie pasa a sanear dicha ladera, en la que muchos residuos se encuentran incluso en fase de descomposición.

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Este periódico no pudo confirmar ayer si la titulación de la zona es pública, de alguna administración concreta o privada. En tal caso, sea de quién sea, esta situación debe ser subsanada cuando antes. La zona es viva imagen de la ciudad, cerca de uno de sus monumentos y parajes estrella. La basura ahora domina el monte Gibralfaro, y hay dos culpables: los que la tiran y los que no la recogen.