Las gasolineras de gas natural e hidrógeno llegan a Málaga: así será la primera

Según ha destacado la concejala de Urbanismo, Carmen Casero, será la primera gasolinera pública hidrogenera de Málaga, y supondrá una inversión de 1.182.000 euros. Implantada en un suelo urbano consolidado con uso industrial, dispondrá de una zona de almacenamiento de productos petrolíferos y otra de gas licuado, así como un espacio de 236 metros cuadrados para una planta de gas natural, y una instalación de placas fotovoltaicas. Los diferentes medios de combustible se suministrarán en cuatro isletas de repostaje.

La plataforma tecnológica Gasnam-Neutral Transport informa en su web de que actualmente existen 248 puntos de repostaje de gas natural operativos en España y 28 en Portugal. En el país existen ocho estaciones de hidrógeno públicas, 12 privadas y 12 más en construcción, por lo que la hidrogenera de Málaga será una de las primeras públicas, promovida por la empresa Estación de Servicio La Peñita, que inició la tramitación del plan urbanístico para su implantación en 2020.

En los últimos cuatro años, el proyecto ha sido sometido a una evaluación ambiental por parte de la Junta, así como a informes de la Consejería de Fomento, de la Dirección General de Aviación Civil y de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, este último en relación al riesgo de inundación de los terrenos, ya que en la zona sur de la parcela existe una «leve afección» por este peligro.

El plan urbanístico para esta singular gasolinera ha sido aprobado con seis votos positivos del PP, cuatro en contra del PSOE y Con Málaga, y una abstención de Vox. Los grupos de izquierda de la oposición municipal han mostrado sus reservas respecto a este proyecto. El concejal del PSOE Mariano Ruiz ha asegurado que esta actuación supone «un claro perjuicio» para su entorno, aunque se trate de una zona industrial. «Echamos en falta un informe del impacto en las salud», ha señalado. Por su parte, la edil de Urbanismo ha recordado que el Consistorio se limita únicamente a aprobar el proyecto desde el punto de vista urbanístico, y que la licencia de actividad de la gasolinera debe someterse a otros trámites diferentes.

El proceso de abastecimiento de combustible en una hidrogenera no es muy diferente al de una gasolinera convencional, aunque tiene sus peculiaridades. El hidrógeno se suministra a alta presión y, al tratarse de un gas, extremadamente volátil, la conexión entre el receptáculo o punto de conexión del vehículo y el surtidor debe ser estanca. El hidrógeno se carga en el depósito del vehículo, del que se alimenta la pila de combustible que genera la electricidad necesaria para hacer que se mueva. El único producto residual que se produce es vapor de agua que se expulsa por el tubo de escape.

No obstante, los vehículos de hidrógeno son todavía un sistema de transporte incipiente, al que le quedan varios años de desarrollo por delante. Las ventajas de un coche que funciona con hidrógeno, del que todavía existen pocos modelos en el mercado, son que no necesita enchufarse, tiene una gran autonomía (similar a la de un coche convencional), su depósito puede recargarse en cinco minutos, su adquisición puede beneficiarse de subvenciones, y no tiene que someterse a las restricciones impuestas para las futuras zonas de bajas emisiones en las ciudades.

Las desventajas son las escasas gasolineras hidrogeneras que existen en España, y el coste de estos coches, que ronda los 75.000 euros. La Ley de Cambio Climático y Transición Energética tiene previsto que, para el año 2050, solo se comercialicen coches eléctricos o de hidrógeno en toda la Unión Europea. En España, específicamente, desde el año 2040.