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Vecinos de Fuente Olletas quieren recuperar la histórica fuente que da nombre al barrio y que les acompañó durante más de un siglo. El enorme manantial de agua -medía casi seis metros de altura- fue el primero que dio agua a la zona y fue ... demolido en el año 1961, cuando se acometieron unas obras de reforma en la plaza.
Movidos por la nostalgia y con el único objetivo de recuperar parte del patrimonio perdido, un grupo de vecinos ha impulsado un movimiento ciudadano al que se ha sumado la asociación de vecinos. Su deseo es colocar una réplica del manantial en el centro de la plaza, detrás de las letras con el nombre del barrio que ya están comprometidas.
Explican que la iniciativa cuenta con un gran consenso vecinal e incluso con el visto bueno de la archicofradía de María Auxiliadora, que es la propietaria del monumento dedicado a San Juan Bosco que ya hay en la misma zona. También le han comunicado sus deseos a la junta de distrito, aunque esperan mantener una reunión formal con ellos para abordar la propuesta.
Sus impulsores aseguran que se trata de «recuperar parte del patrimonio que nunca se debió perder», ya que la fuente original fue sustituida por otra que «no tiene nada que ver con la histórica». Recuerdan que la idea inicial era quitar la actual y sustituirla por la original, pero en un intento de no confrontar con nadie han apostado finalmente por proponer una réplica a tamaño reducido. El presidente de la asociación de vecinos Victoriana de Capuchinos y La Fuente, Pepe Ocón, considera que «así no taparía la visibilidad a los conductores ni taparía el monolito».
Este movimiento vecinal se inició hace aproximadamente tres años y en un primer momento decidieron hacer una réplica en formato grafiti en una corredera metálica ubicada en la calle Paco Miranda. Con el paso del tiempo, aquella incipiente idea ha ido ganando peso hasta llegar al día de hoy, que cuenta con el respaldo de todo el colectivo. «Si hace falta recolectar dinero, soy el primero que me pongo a hacerlo», añade Ocón.
La fuente en cuestión remonta su historia al año 1788, cuatro años después de la finalización del Acueducto de San Telmo, de donde se abastecía. En aquella época se concedió al militar Leandro de Olletas, que era propietario de importantes zonas de regadía, un permiso para abastecer de agua a toda la zona con la condición de que creara la referida fuente. El manantial fue construido por el arquitecto José Martín de Aldehuela.
Esta fuente, de hecho, sirvió para que todos los vecinos tuvieran acceso directo al agua y sirvió de inspiración a Lourdes Martín Casares para crear la escultura de La Cantarera, que homenajea a estas mujeres que diariamente iban a la fuente de Olletas a recoger agua.
Los impulsores de la iniciativa consideran que la fuente construida a finales del siglo XVIII nunca tendría que haber abandonado su lugar porque «debería de haber estado protegida como Patrimonio de la Ciudad, ya que formaba parte de la historia de Málaga y daba nombre a todo un barrio».
Tal fue el revuelo que se montó con su demolición que Diario SUR recogió la noticia de su destrucción apuntando que se debía a «imperativos de los modernos trazados» y que la nueva se iba a colocar «en sitio donde no estorbe».
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