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Hay barrios que son el aburrimiento personificado. Una arquitectura intercambiable, calles que parecen todas iguales y unas cuantas franquicias de las que son iguales en el todo el mundo. Y luego están los barrios con solera y autenticidad. Lugares que, con solo pronunciarlos, alejan el ... sentimiento de indiferencia. Pueden gustar más, pueden gustar menos, pero tienen eso que se podría calificar como factor de reconocimiento. La Trinidad, en Málaga, sería de los últimos.
Hasta ahí se ha ido la empresa malagueña Freepik para llevar a la práctica su último proyecto, que ha bautizado con el anglicismo de 'neighborhood design'. Una traducción literal sería 'diseño de vecindario'. Pero lo que hay detrás es un intento de revitalizar parte del barrio con la ayuda del talento de jóvenes diseñadores. El CEO de Freepik, Joaquín Cuenca, asegura a SUR que la idea era «devolver algo a la comunidad».
Para ello, se eligieron seis negocios de barrio: una peluquería, una marisquería, una taller de coches, una floristería, un centro de fisioterapia y una frutería. A cada uno se le propuso y se le realizó un cambio de diseño, realizado por jóvenes profesionales de Málaga, que contaron para ello con las herramientas de Freepik.
El resultado se pudo ver este lunes, en un paseo por el barrio, que sirvió para comprobar el antes y después. Ahí estaba, por ejemplo, la marisquería La Carpa. Un negocio que contaba con una cartelería y rótulos poco atractivos. La joven diseñadora malagueña Sara Boukrouna realizó un trabajo integral para darle una 'nueva vida' al local. Donde antes no había nada, ahora hay un mensaje lineal, siempre hablando desde el punto de vista del diseño, que apela a todas las partes del negocio.
Abdel Retamar es el dueño de esta marisquería y se muestra encantando. «Me gusta mucho como ha quedado», repite. El rediseño también implica la creación de un nuevo logotipo, que ahora luce incluso en el uniforme de camarero. Otro ejemplo es el centro de fisioterapia Atlas. De una fachada blanca, sin más, se ha pasado a un edificio que luce en un tono rosado elegante. El director de marketing de Freepik, Carlos Cantú, asegura que «el diseño puede cambiar un negocio».
Los jóvenes talentosos para realizar estos cambios de diseño han sido todos seleccionados por Freepik y se les ha tutorizado para que no solo muestren sus destrezas sino para que esta experiencia también sea un escaparate de su trabajo y perfeccionen sus habilidades como diseñadores profesionales.
En primera persona pudieron comprobar el cambio el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, la delegada de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Gemma del Corral, y la concejala de Comercio, Elisa Pérez de Siles.
Este proyecto también se replicará en San Francisco, donde Freepik desembarcó hace un año. En un comunicado, la empresa asegura que con la motivación que hay detrás es la de «comprometerse con el tejido social y empresarial de ambas ciudades», además de «mostrar como es posible diseñar bien y más rápido, usando el ecosistema de plataformas y recursos de Freepik».
Además, en un acto en La Térmica, se celebró el evento de clausura de esta primera incursión de este proyecto en Málaga, en la que participó el director del espacio cultural, Javier López. A lo largo de la tarde se conectó con el equipo en Estados Unidos de Freepik para conocer los detalles de la puesta en marcha del mismo proyecto en San Francisco. Los asistentes pudieron presenciar la creación en directo de un mural de la mano de la artista urbana Silvia Watercolor.
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