Los flecos sueltos del Cerrado de Calderón

Es un espacio habitual en esta sección pero por sus dimensiones (y alguna carencia administrativa), el Cerrado de Calderón es una urbanización en la que siguen flecos sueltos que resolver, algunos más graves que otros. Una de las calle más conflictivas es Rodeo, en la que los vecinos envían este fin de semana fotos con algunas aceras rotas justo al lado del colegio Cerrado de Calderón, que de momento están señalizadas con vallas que no solucionan el problema. Esta calle ya había sido denunciada a otra altura, recordemos que da la vuelta a gran parte de la urbanización. Se trata desde la subida a la zona de Parque Clavero en la que hay poca visibilidad y se perdió un espejo que facilitaba la movilidad.

Ya lo comentaban en otras denuncias anteriores algunos lectores habituales de este periódico: «Es urgente que se solucione la situación. Esta calle ya ha dado problemas en el pasado y no deberíamos transitarla a ciegas. Además, está muy cerca de un colegio, el Cerrado de Calderón, por lo que en muchas franjas horarias van padres con niños de la mano, lo que convierte en aún más temeraria la circunstancia». A fecha de ayer, no solo estos problemas no se han solucionado (a los que se unen la situación caótica de la calle Cáceres) sino que tangiblemente han empeorado.

A estos se le une la movilidad de Juan Vázquez, una calle en la que todavía no se comprende cómo no se han tomado medidas: «Los coches aparcan inutilizando medio carril, por lo que queda uno y medio en una zona con poca visibilidad y doble dirección. Además a esto hay que añadirle la velocidad con la que circulan algunos vehículos» comenta Patricia, otra lectora.

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