Con la fiesta a otra parte

Que la ciudad no da a conocer este enclave como se merece, que sin duda no tiene nada que envidiarle a los reales jardines botánicos de Kew, en Londres, es un asunto que siempre resulta descorazonador. Primero, no porque La Concepción sea mejor o peor que el conocidísimo espacio británico, sino porque no existe un lugar en toda Europa que contenga esa flora subtropical tan exuberante, que le hace sentir al que lo visita como si estuviese en una selva civilizada. Esa extraña sensación en la que se mezcla la  profusión de árboles gigantescos y plantas trepadoras, pero que no están ahí sin un plan preconcebido, medido al detalle entre Amalia Heredia y su jardinero, el francés Chamoussent, el cual seleccionó y aclimató las plantas exóticas a este clima mediterráneo.

Siempre está sobre la mesa, y es una queja continua de la Asociación de Amigos de la Concepción, que los alrededores de la casa palacio no debían ser ocupados para celebrar eventos. No les falta razón porque sólo hay que recordar cómo un camión de una empresa de celebraciones cayó por la escalinata principal exterior del palacio y acabó dentro de una fuente, la que representa al dios Triton jugando con un pez, causando tanto daños al vaso circundante como a la escultura de hierro fundido de la primera época de los moradores del palacio. Esta figura, atribuida a los talleres de fundición de A. Durenne, está datada entre los años 1877 y 1879, y deberá ser restaurada, tras la aprobación la semana pasada de la Consejería de Cultura, lo que tendrá un coste de 11.000 euros, que corren a cuenta de la empresa que provocó el destrozo.

La socialista Begoña Medina exigía, una vez más, en la comisión de Medio Ambiente, celebrada ayer, que el enclave tenga un plan director con partidas presupuestarias aparejadas, que no salió adelante porque la edil de Medio Ambiente, Gema del Corral, consideró desgajar ambas medidas, y Medina no aceptó la enmienda. No obstante, Del Corral se comprometió, pese a todo, a sacar el plan director del jardín, como ya dijera en una comisión el pasado mes de septiembre. Lo que sí prosperó fue alejar los eventos de la casa palacio, como exige la Asociación de Amigos del Jardín, por lo que se estudiarán varias propuestas, entre ellas hacerlo en la antigua pista de tenis (en la explanada que hay debajo de la casa palacio en un desnivel), en la casa del administrador o en la entrada de la finca, como indicó Del Corral a esta sección.

El grupo socialista también llevó una novedosa iniciativa para medir la huella de carbono (totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por una actividad), que encontró varias respuestas positivas por parte del equipo de gobierno (PP y Cs). En concreto, la edil socialista Begoña Medina exigía que el Ayuntamiento incluyera en los pliegos de contratación medidas para reducir la huella de carbono, por lo que Del Corral se comprometió a que todas las empresas que trabajen con Medio Ambiente deban medir su huella de carbono y se tendrá en cuenta este parámetro así como que los parques infantiles sean ecodiseñados con huella de carbono.

Durante la comisión de Medio Ambiente intervino un viejo conocido de la Casona, Francisco Leal, uno los vecinos más activos de la Asociación de El Palo. Leal explicó el estado de abandono en el que se encuentra el paraje del peñón del Cuervo, la zona de barbacoas abandonada, la falta de limpieza y de papeleras, así como la escasez de vigilancia. La moción la defendía la concejal de Adelante Málaga, Paqui Macías, quien pidió explicaciones a Del Corral y a la concejala de Playas, Teresa Porras. La primera fue sincera y dijo que son conscientes desde Parques y Jardines que el espacio necesita una mejora, pero aludió al gran problema de vandalismo, del que Porras dijo que había provocado que se invirtieran unos 60.000 euros en los últimos cinco años para reponer el mobiliario de barbacoa y otros elementos. Finalmente, se aprobó realizar una mejora integral en el paraje entre el Ayuntamiento y Carreteras, incidir en la limpieza y en la retirada de residuos y el desbroce de matojos, entre otras medidas.