El faro marítimo de Málaga se levantó en 1817. Sur

La Farola de Málaga ya es Bien de Interés Cultural

El Consejo de Ministros aprueba el real decreto para proteger el monumento pero todo apunta a que esa catalogación no impedirá proyectos como la Torre del Puerto

Jesús Hinojosa

Málaga

Martes, 25 de julio 2023, 15:43

La Farola de Málaga ya puede considerarse como Bien de Interés Cultural. El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el real decreto por el que se otorga esta catalogación al faro marítimo del puerto de Málaga, que ya puede oficialmente considerarse como monumento. Según ... han destacado desde el Ministerio de Cultura, La Farola es «uno de los símbolos más significativos de la ciudad, dando su nombre al paseo en el que se ubica» y «desempeña funciones de señalización esenciales para la seguridad marítima».

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No obstante, desde el Gobierno central han señalado que esta medida «tiene por objeto la protección patrimonial de los valores históricos, artísticos y técnicos del bien, sin que dicha protección suponga interferencia alguna en las competencias previstas en la Ley de Puertos del Estado y Marina Mercante». Así, parece confirmarse que el Ministerio de Cultura ha aceptado las alegaciones de Puerto del Estado en las que pedía que el ámbito de protección del BIC se ciña a la rotonda en la que se encuentra y no se extienda más allá. De este modo, no afectaría al desarrollo de proyectos logísticos en los muelles, ni al hotel de 27 plantas previsto en la plataforma del dique de Levante, bautizado como la Torre del Puerto, cuya aprobación depende aún del pleno municipal, en el que el PP tiene ahora la mayoría absoluta, y del Consejo de Ministros, si bien se encuentra por el momento en funciones tras las elecciones del pasado domingo.

«El faro marítimo de Málaga se levantó en 1817. La torre, de planta circular y diseñada por el brigadier de la armada, ingeniero naval y director del puerto, Joaquín María Pery y Guzmán, tenía como único objetivo en aquel momento el de sustentar la linterna, acogiendo distintos aparatos ópticos propios de los avances tecnológicos de la época. En 1853 se añadió a la torre una base cuadrada que albergaba viviendas para que el personal viviera allí, la cual fue ampliada entre 1909 y 1913 con una segunda planta», han recordado desde Cultura.

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