Las familias del Domingo Lozano, sorprendidas por su cierre con informes positivos de hace solo tres meses

Las familias consultadas a las puertas del colegio esta mañana mostraban su sorpresa y denunciaban el cierre de las instalaciones solo tres meses después de que la propia Delegación de Educación afirmara que las instalaciones «reúnen las condiciones de seguridad necesarias para el normal desarrollo del funcionamiento del centro y por tanto de su actividad diaria». Así consta en una comunicación enviada a la directora del centro el pasado 29 de septiembre y firmada por el delegado provincial.

«Si hace tres meses el colegio estaba en condiciones, ¿cómo es que se ha deteriorado en tan poco tiempo hasta el extremo de tener que desalojarlo?», se preguntaba un padre. «Esto ha sido una locura. Me enteré a las 9 de la noche por un mensaje de Whatsapp. Una decisión así no se puede tomar de un día para otro, de esta manera tan radical, cuando los problemas los venimos denunciando desde hace años», señalaba Juan Carlos, con un alumno de 4.º de Primaria. Este padre añade que «no tenía la sensación de que el edificio estuviera tan mal».

Dulce, madre de un niño de 4.º de Primaria, explica que los problemas en la edificación comenzaron en diciembre de 2022. Se realizaron unas obras de urgencia y los niños regresaron a sus clases. Los problemas se agravaron tras el verano y al comienzo del curso les informaron de que había estancias clausuradas por las grietas y desprendimientos.

En el comunicado del 29 de septiembre, la Delegación de Educación informa que desde la Gerencia Municipal de Urbanismo «se están aplicando medidas excepcionales de protección desde el mes de abril para garantizar las condiciones de seguridad y habitabilidad, mientras se realizan los trabajos que permitan determinar tanto el alcance de la intervención como la solución técnica definitiva».

Entre las actuaciones realizadas hasta esas fechas, consta la apertura de catas en los forjados con grietas, para comprobación de los sistemas constructivos, la reparación de la cata del pasillo en planta baja y el cierre efectivo de las estancias clausuradas.

Asimismo, por la empresa adjudicataria de la Gerencia de Urbanismo que está llevando a cabo el seguimiento periódico de la afecciones del inmueble, se procedió a la ejecución de los siguientes trabajos: Seguimiento técnico del edificio con visitas periódicas mensuales, estudio de los materiales que conforman la estructura y cimentación del edificio e informe concluyente en relación a los estudios anteriores, sobre las soluciones técnicas a adoptar.

Los padres temen ahora por el destino de sus hijos tras las vacaciones de Navidad. Se barajan dos posibilidades, el cercano Ciudad de Popayán para los alumnos de Infantil y el Luis Braille, más alejado, para los de Primaria.

«Las familias con niños de diferentes edades, ¿qué va a hacer si los mandan a distintos colegios?», se preguntaba una madre. Otra mujer, Luisa, protestaba por la situación. «Matriculé aquí a mi hija porque mi madre vive aquí cerca, yo trabajo y ella se ocupa de traerla y recogerla. En otro colegio más alejado, ¿qué voy a hacer? Yo no puedo traerla por mi horario de trabajo y mi madre está muy mayor como para desplazarse». Por su parte, Alberto propone que se utilice el cercano Virgen del Rocío, un colegio que se cerró hace tiempo por la falta de alumnos y que está ocupado por algunas asociaciones y ONG.