Familias del colegio Domingo Lozano de Málaga piden que se reubiquen a todos los alumnos juntos

Faltaban apenas dos días para el inicio de las vacaciones navideñas de los escolares. Ese día, el pasado 20 de diciembre, los padres y madres del CEIP Domingo Lozano de la capital recibían la noticia como un jarro de agua fría: el cierre inminente del centro por «deficiencias estructurales». El anuncio suponía que, a la vuelta del parón de las fiestas, los alumnos serían reubicados, por niveles, en dos centros educativos distintos: el Ciudad de Popayán para Infantil y el Luis Braille para los estudiantes de Primaria. «La solución que nos plantean es dividir el colegio entre dos espacios lejanos. Esto complica mucho para las familias que tienen dos o más hijos/as en distintos niveles», aseguran los padres y madres.

Ante esta situación las familias afectadas han decidido iniciar una recogida de firmas en change.org contra el cierre del colegio, «con más de 60 años de historia», y por el que, aseguran, «han pasado muchas generaciones del barrio de Carranque». La petición, creada el pasado día 22, ya ha rebasado las mil doscientas firmas y exige una reubicación temporal del colegio al completo, sin divisiones además de una reunión urgente con Educación, el Ayuntamiento de Málaga y la comunidad educativa del colegio para buscar «soluciones satisfactorias».

En la misma recogida de firmas también muestran su preocupación de que las soluciones planteadas «no sean temporales». Por ello piden igualmente la «rehabilitación inmediata» del edificio del colegio, y que se garantice la continuidad del colegio.

Las familias insisten, además, en que meses antes del anuncio, a principios de octubre, se les aseguró «desde la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga que, ante la aparición de grietas y el cierre de aulas, el colegio era seguro».

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