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«Cada segundo que pasa es un segundo que pierde Oliver», repite la familia del niño malagueño de dos años que se encuentra en México y que tiene que ser intervenido de manera urgente de un tumor cerebral. Ya ha pasado por una primera operación ... en el país americano, pero la extirpación de la tumoración, la operación más importante se le realizará en España. El padre de Oliver, malagueño también y que se mudó hace un año a Playa del Carmen (península de Yucatán) por motivos laborales, explicaba a este periódico que la sanidad mexicana no le daba garantías de plazos para operar a su hijo. «Nos dan semanas de vida si no se opera», relataba. Después de varios retrasos, la familia espera volar esta noche desde Cancún. En un principio iba a ser recogido a las 19.30 horas (hora española), pero se ha producido un nuevo retraso y la hora de salida será a las diez de esta noche. Si se cumplen los plazos, llegará a Barcelona a las 15.00 horas. Desde el hospital barcelonés el que será atendido les han indicado que, según la hora a la que llegue y las pruebas a las que se someta el menor, se le operará ese mismo día o al siguiente.
Mientras, Oliver se encuentra en un hotel de Cancún junto a su madre y su padre ya está en España. El menor está estable y en las últimas horas ha comido y se encuentra bien hidratado, además de buen humor. «Con todo lo que está pasando aquí, Oliver no deja de sonreír», escribía ayer Lena, su madre, en sus redes sociales. Una llamada del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona le abría la puerta a ser operado de manera urgente en España y es la opción a la que se aferra la familia. Se trata de una intervención quirúrgica frecuente que se hace sobre un tumor cerebral pediátrico y que se puede hacer en muchos hospitales con garantías.
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Viajarán en un avión medicalizado de la empresa holandesa EMS, una especie de ambulancia aérea especialmente adaptada para permitir el apoyo médico a los pacientes durante el tránsito. Cuentan con personal médico especializado, equipos de última generación y espacio para un pasajero adicional que viajará con Oliver. En este caso será su madre, Lena, mientras su padre, Alejandro Romero, ha volado este martes a España en un vuelo comercial. Pasadas las 13.00 horas aterrizó en Madrid para después volar a Barcelona, donde se reencontrará este miércoles con su mujer y su hijo. Hacia Barcelona también viaja por carretera David Romero, tío del menor, para unirse allí con la familia. «Oliver está bien, muy estable, se está riendo y está contento porque se encuentra fuera del hospital», relata el tío de Oliver.
En las últimas horas la empresa encargada del traslado ha generado cierta inquietud en la familia. El alquiler del avión ha sido posible gracias a la donación de un empresario español, que ha pagado los 196.400 euros que cuesta trasladar a Oliver en un avión medicalizado desde Cancún hasta Barcelona, pero el avión estaba previsto que saliera el domingo, luego se retrasó al lunes y finalmente será este martes cuando salga, si no hay nuevos retrasos. La familia también intentó que Oliver volara en un vuelo comercial, pero no fue posible. Además, se pusieron en contacto con la embajada española para ver si se le podía facilitar un vuelo medicalizado, pero la respuesta institucional que recibieron fue que el menor podía ser operado en México, pese a que no le dieran unos plazos concretos.
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