![Fallece a los 61 años Ignacio Mira, uno de los propietarios de las famosas heladerías de Málaga](https://s2.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/2024/07/06/mira-Rk1ISBMSi4lHoK9UKJVDPJP-1200x840@Diario%20Sur.jpg)
![Fallece a los 61 años Ignacio Mira, uno de los propietarios de las famosas heladerías de Málaga](https://s2.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/2024/07/06/mira-Rk1ISBMSi4lHoK9UKJVDPJP-1200x840@Diario%20Sur.jpg)
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Ignacio Mira Cremades, propietario de la tradicional heladería del Mayorazgo que lleva su mismo nombre, falleció este pasado jueves a los 61 años (en agosto cumpliría los 62) tras padecer durante una década una enfermedad. Este viernes se le dio el último adiós en una misa funeral celebrada en el Cementerio de San Gabriel antes de su incineración este sábado.
Cuarta generación de la familia Mira, que desde 1890 hizo de este oficio su vida, Ignacio también se hizo un nombre como reputado repostero hasta situar sus pasteles, tartas y bollería entre las más valoradas de Málaga. Además, compartía con su hermano Andrés la gestión de las heladerías de calle Císter y la siempre concurrida de calle Larios. Tanto éstas como la que regentaba en exclusividad han permanecido cerradas durante este viernes en señal de luto.
Ahora, sus tres hijos continuarán con el negocio familiar «donde trabajan en exclusiva desde hace tiempo», tal y como ha asegurado a este periódico Andrés Mira. «Ha sido mi maestro y alguien fundamental en mi vida. Para mí lo ha sido todo», expresó tras la pérdida de su único hermano.
Ambos crecieron respirando un oficio que su bisabuelo Severino Mira, oriundo de Jijona, emprendió por primera vez en la calle Nueva de Málaga a finales del siglo XIX. Pasó de venir a la ciudad con burros cargados de turrones y otros productos de su tierra a establecerse definitivamente aquí y montar un negocio que originariamente promocionaba como Horchatería Valenciana.
Casa Mira consolidó su marca con la apertura de un segundo local: el de la calle Larios en 1943. El establecimiento se situó junto a la papelería Imperio, casi frente al hoy hotel Larios. Años después, el negocio se trasladó a su actual ubicación. La empresa se amplió con la tercera generación de esta saga de heladeros. De ello se encargaron los nietos del fundador: Liborio, María y Prudente. Este último, padre de Andrés e Ignacio.
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