Fallece Felipe Reina, párroco de los Santos Mártires y San Juan de Málaga

La Diócesis de Málaga está de luto por el fallecimiento de uno de sus sacerdotes más queridos y carismáticos. El párroco de los Santos Mártires y de San Juan, Felipe Reina Hurtado, ha muerto este miércoles en Málaga a consecuencia de un cáncer de pulmón que le sobrevino hace unos meses y que no ha logrado superar. EL velatorio será este jueves durante todo el día en la parroquia de los Santos Mártires, y la misa funeral tendrá lugar en la Catedral, este viernes a las 11.30 horas.

Natural de la localidad cordobesa de Encinas Reales, donde nació en 1948, fue ordenado sacerdote el 2 de junio de 1974 tras haber recibido formación en Sevilla y Córdoba. En la diócesis de Málaga recaló hace ya cuarenta años y en ella ha desarrollado una amplia labor como párroco de distintos templos, como la parroquia de la Amargura de la que estuvo al frente desde 1989 hasta 2010. Desde 2015 ha sido párroco del céntrico templo de los Santos Mártires, y de la iglesia de San Juan.

En su labor pastoral ha tenido una especial relación con las hermandades y cofradías, de las que fue delegado diocesano durante varios años hasta que en 2010 fue sustituido por Francisco Aranda. Asimismo, destacó por su labor como miembro en el Secretariado de Juventud, en la dirección espiritual de la Fundación Diocesana de Enseñanza y en la del Seminario. Asimismo, era canónigo y vicedeán de la Catedral de Málaga.

De carácter afable y cercano, será recordado por su bondad y su especial participación en la procesión del Corpus Christi, en la que no pocos años puso música con su voz en los cánticos que sonaban por la megafonía que se instalaba en las calles del Centro.

Por otro lado, también ha fallecido en Barcelona, a los 79 años, el padre pasionista Antonio Munsuri, quien estuvo destinado durante muchos años en diversas parroquias de la diócesis de Málaga, a la que llegó en 1973 como vicario parroquial de Santa María Goretti. También fue capellán del desaparecido cementerio de San Rafael y ejerció su ministerio en las parroquias de Colmenar, Alfarnate y Alfarnatejo y, en la capital, en las de San Lázaro y la Asunción. Asimismo, fue director espiritual de la Cofradía del Rescate y desde 1994 hasta su marcha a Barcelona fue capellán del colegio de los Hermanos Maristas. Desde septiembre de 2004 hasta agosto de 2022 fue párroco de Moclinejo y El Valdés.

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