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Málaga y su candidatura para la Expo 2027, con el apoyo del Gobierno, la Junta, la Diputación Provincial e impulsada por el propio Ayuntamiento de ... Málaga vuelve a hacer base en París, con la intervención de los dirigentes del Bureau des Expositions (BIE), que serán los encargados de elegir la ciudad que será sede, para seguir amplificando y dando a conocer su proyecto 'La era urbana: hacia la ciudad sostenible'. El propio hecho de que en la inauguración, el secretario general del BIE, Dimitri S. Kerkentzes, tomara la palabra e introdujera la importancia de las urbes en el desarrollo mundial y el hecho de que su crecimiento deba ser sostenible, ya que en 2050 una de cada siete personas vivirán en las ciudades, daba buena cuenta del espaldarazo que supone a Málaga. Ya lo dieron a conocer expresamente durante su visita a la ciudad el pasado mes de septiembre, cuando el comité evaluador quedó asombrado del proyecto, y dijo que Málaga «es una ciudad completa que reúne todas las cualidades».
Kerkentzes puntualizó que las expos proponen «esperanza, innovación e ingenio», explicando que las ciudades consumen las dos terceras partes de la energía mundial y emiten el 60% de los gases de efecto invernadero «por eso es esencial crecer en un entorno sostenible que le dé respuesta a estos retos», que es el objetivo de Málaga. La consejera de Economía de la Junta, Carolina España, habló de Málaga como la urbe deseada por todos, que tiene una suma atractiva de encantos, la ciudad de Gerald Brenan, de Jorge Guillén, del paraíso, que dijera Vicente Aleixandre, o que pintara Pablo Picasso, que inventó el turismo como hoy lo conocemos y que está también en el punto de mira de Broadway con el teatro del Soho de Antonio Banderas, de museos internacionales, del ocio, la gastronomía, de cultura milenaria, y elegida por Google con un parque tecnológico de primer nivel. «Mi tierra, Málaga, es la mejor candidatura posible. Es la ciudad de Europa de la que todos hablan hoy», con su liderazgo, que aspira a ser una ciudad sostenible, afirmó.
Entrando ya en el fondo de la candidatura, detrás de una serie de invitados internacionales, intervenían el director general de la candidatura, Jerónimo Blasco, y el jefe del Departamento de Arquitectura e Infraestructuras de la Gerencia de Urbanismo de Málaga, Javier Pérez de la Fuente. Blasco, con buen criterio, dio la nota de seguridad al proceso al decir: «La candidatura más rentable, solidaria y segura es la de Málaga». Si hay algún motivo para apoyar a Málaga, añadía es «que somos un país fiable», señalando la tradición que hay en España de celebrar eventos internacionales como la Expo de Sevilla o la de Zaragoza. Málaga es fiable, a su juicio, porque cuando el Gobierno firmó el convenio no hubo ninguna reserva, «firmó la garantía del estado, algunos sí anotaron algunas excepciones, y si hay problemas económicos el estado no les va a apoyar», que decía a modo de advertencia.
Explicaba que las cifras son de fiar porque ya han explorado que los 68 millones de euros de sponsors es posible porque se han probado en exposiciones anteriores, y que el número de visitas va a ascender a 7,5 millones (de los que 700.000 serán extranjeros) poniendo de ejemplo que en la Expo de Zaragoza fueron 6 millones y en la de Corea fueron 8,3 millones. «Nosotros no tenemos que esperar hasta saber si somos elegidos, ya estamos trabajando en la realidad urbanística», continuó, añadiendo que siete empresas ya se han presentado al proyecto de ejecución, por lo que se cumplirá de sobra con los plazos y compromisos. «Queremos que la huella de carbono sea la menor posible», por eso dijo que se hará un estudio de accesibilidad, indicando las oportunidades de transporte que tiene Málaga, ferrocarril, y carriles bici, que hay que seguir implementando. Del día después de la Expo explicó que se reconvertirá para que los alojamientos de los trabajadores sean viviendas sociales, que necesita la ciudad, un parque de empresas, espacio para el coworking y el coliving.
Por su parte, Pérez de la Fuente indicó que el espacio donde se va a ubicar, en Campanillas, es estratégico y cuenta con 820.000 metros cuadrados, cerca de la Universidad de Málaga, donde hay 40.000 estudiantes, 20.000 trabajadores del sector tecnológico, un centro logístico muy cerca, y un acceso muy fácil al Centro de la ciudad en tan sólo 15 minutos. Se creará, dijo, un bosque inteligente, un bosque mediterráneo, que cree un microclima, que facilitará energía limpia y sombra para el centro. En cuanto al transporte, tres entradas, dos en el sur y una, en el norte. Añadió que habrá dos auditorios para 800 personas en la Expo, y un teatro al aire libre para 4.000 personas.
El encuentro lo clausuraron el vicepresidente tercero de la Diputación, Manuel Marmolejo y el alcalde Francisco de la Torre. «La sensación es buena», aseguró el regidor, que consideró que la temática de Málaga «quiere se útil para el planeta, para que los retos que tiene en materia de sostenibilidad, ambiental, social y económica» puedan afrontarse desde una perspectiva urbana y que «las ciudades no sean el problema, sean parte de la solución».
De la Torre agregó que la Expo de 2027 podría ser «un punto de inflexión» y convertirse en un foro que supere los tres meses que dure el evento y, para ello, tienen previsto que los años siguientes haya una herencia, «está pensada para ser útil».
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