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El Puerto de Málaga se ha situado de una manera discreta en los últimos años en el epicentro de un potente tráfico internacional de unas mercancías que son vitales no sólo para el desarrollo económico, sino también para la alimentación de miles de personas. Se ... trata de los graneles agroalimentarios, necesarios para la elaboración de los piensos con los que se alimenta a los animales en las granjas, especialmente porcinas y avícolas, pero también de otras cabañas.
De este modo, a través de los muelles malagueños se importan las materias primas que son el motor de la potente industria cárnica de su 'hinterland' (área de influencia), que abarca a gran parte de Andalucía (junto a Málaga, Sevilla, Córdoba, Granada y Jaén), y que cada vez tiene una mayor importancia en el mercado global, donde las exportaciones van en aumento.
SUR, junto con la Autoridad Portuaria y con la colaboración de Famadesa, se han fijado en este pujante sector, y por ello ha organizado un foro de análisis que ha contado con algunos de los mayores expertos empresariales en la materia. La jornada se titula: «El Puerto de Málaga, referente para el comercio internacional de materias primas», y ha tenido lugar en el Instituto de Estudios Portuarios.
Tras la bienvenida y apertura, a cargo del director de SUR, Manolo Castillo; el presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio y la delegada del Gobierno de la Junta, Patricia Navarro, tuvo lugar la ponencia: «Comercio internacional de materias primas y el futuro del transporte marítimo», a cargo de Philip Werle, cofundador de la compañía Northstar y un reconocido especialista en los mercados mundiales de materias primas.
Tras esta, tuvo lugar la mesa redonda titulada: «El Puerto de Málaga: plataforma para las materias primas», en la que se dieron cita Federico Beltrán, presidente de Famadesa; Juan Carlos Rodríguez, director de materias primas, producción de porcino y farmacia de Dcoop; Antonio Jesús Quijada, presidente de la Asociación de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales de Andalucía (Afaca); Antonio Sepúlveda, reconocido bróker de materias primas y director comercial de ETG Export Trading Group; y José Moyano, director de la Autoridad Portuaria. Finalmente, Carlos Rubio fue el encargado de la clausura del encuentro.
La oportunidad de este debate viene dada por la situación del mercado en un año que los especialistas no dudan en calificar como «muy complejo», que se ha caracterizado por la pérdida de casi toda la cosecha de cereales con destino a las cabañas porcina, caprina y avícola. Estos déficit, junto con el tradicional que año a año suplementa a la cosecha nacional tiene que importarse de otros mercados, básicamente de Sudamérica, Ucrania (con las dificultades que ahora mismo suponen las exportaciones desde este país en guerra) y el Mar Negro.
A partir de ahí, la visión de la mesa de debate organizada por SUR y la Autoridad Portuaria abarca, de una parte, a integradores de toda la cadena, como es Famadesa, que controla con empresas del grupo la importación de graneles agroalimentarios y la fabricación de piensos; y la distribución a sus granjas, engorde, sacrificio y venta posterior. También está representada la mayor cooperativa del sector agroalimentario de España y una de las mayores del mundo, como es Dcoop, que atiende a sus ganaderos. Así como Afaca, la asociación de fabricantes de piensos compuestos para animales, con fábricas en el 'hinterland' malagueño.
Y de otro, la visión experta de destacados brókers internacionales de materias primas agroalimentarias, con una experiencia dilatada en grandes multinacionales como Cofco y presencia en el Puerto, donde han sido responsables de abrir rutas comerciales que actualmente son claves para su actividad. Junto a los representantes de la Autoridad Portuaria, todos los agentes tienen en común el hecho de que la rada malagueña es el elemento canalizador de todas las importaciones y la distribución para el sector agroalimentario.
Ahí aparece el reto de cómo atender estos tráficos, en un mercado donde, para disminuir en la medida de lo posible los fletes (y más con el aumento del precio de los combustibles) se imponen barcos que tienen cada vez un mayor tonelaje y dimensiones, sobre todo de calado. Así como una descarga con parámetros ambientales de sostenibilidad, fundamentalmente de emisión de polvo, y un almacenamiento que es crítico para poder ir regulando los envíos que se hacen a las fábricas de piensos.
Para ello, es fundamental que el puerto cuente con unas instalaciones de última generación, tanto en lo que se refiere a las líneas de atraque como en la zona de almacenamiento, con tinglados para almacenar maíz, harina de soja y trigo y semilla de girasol. Y con una cercanía a los centros de procesamiento y de consumo, que son las fábricas y las granjas. Estas son las bases de la logística portuaria y el reto es hacerla de una forma más barata y más rápida que el resto de instalaciones con las que compite, de manera que se pueda trasladar a los clientes todas estas facilidades operativas, y con sostenibilidad tanto económica como ambiental.
En este punto es donde el proyecto del nuevo muelle ocho cobra sentido. Se trata de la generación de 70.000 metros cuadrados de nuevas superficies terrestres (tras el aterramiento de la actual dársena pesquera) y el nuevo muelle ocho, que permitirá operar con barcos tipo 'Baby Capesize'. Estos pueden embarcar hasta 70.000 toneladas de graneles, con 100.000 a 130.000 toneladas de peso muerto, con calados compatibles con muelles de unos 14 metros como será este. De manera complementaria, se va a construir un segundo puente sobre el río Guadalmedina.
El nuevo muelle ocho se va a configurar como un espacio polivalente, que no sólo va a permitir el atraque de barcos graneleros sino también de tipo Ro-Ro (carga rodada, camiones) y 'Car Carrier' (transporte de coches). Eso dará a la Autoridad Portuaria la versatilidad de poder realizar operaciones simultáneas en los muelles siete y ocho, atendiendo a la vez, por ejemplo, a dos barcos de graneles, o uno de granel sólido industrial (clínker) y otro para harina de soja, trigo o maíz.
Esta operación también va a permitir aumentar la longitud del muelle 9 en casi 100 metros (de 722 a 815), por lo que la oferta de atraques va a salir muy reforzada operativamente, puesto que permitirá trabajar de manera simultánea con dos barcos de gran eslora.
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