Dos estudios malagueños presentan su idea para el rascacielos más alto de los terrenos de Repsol

La regeneración de la finca los antiguos depósitos arrancará con un parque

Domingo, 16 de febrero 2020, 01:02

Para ver materializada la regeneración de los antiguos terrenos de Repsol aún quedan muchos años por delante, ya que de momento lo único que hay sobre la mesa es el proyecto de urbanización de la parcela que hasta 2001 albergó depósitos de petróleos y ... el compromiso del Ayuntamiento de Málaga y de la Sareb (propietarios de los derechos urbanísticos) de que las obras del parque de 65.000 metros cuadrados, el 'parking' subterráneo de 672 plazas y los viales interiores puedan arrancar en 2021 y estar acabadas en 2023. A partir de ahí sería cuando tocaría concretar el futuro de las cuatro torres de hasta 34 plantas y de los otros cuatro bloques de VPO, pero el equipo formado por los estudios malagueños Oria Arquitectos y Valero Arquitectos ya tienen vislumbrado cuál sería su diseño para el rascacielos más alto, que es el que pertenece a la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria como 'herencia' de la crisis inmobiliaria.

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Con la reactivación del mercado, el conocido como 'banco malo' ha movido ficha a través de la promotora Árqura Homes para intentar sacar adelante el proyecto residencial previsto, que originariamente contempla 400 viviendas de renta libre y 19.000 metros cuadrados de uso terciario en la zona más próxima a la avenida de Juan XXIII.

Y para ello, los equipos liderados por los veteranos Eduardo Oria (Puerto Marina en Benalmádena o Puebla Lucía en Fuengirola) y Antonio Valero (Palacio de los Deportes Martín Carpena, la sede de Unicaja de la avenida de Andalucía o Pueblo Blanco, en Torremolinos) pretenden trasladar a esta promotora un anteproyecto de rascacielos que elaboraron el año pasado para unos inversores que estaban interesados en hacerse con estos suelos pero que finalmente no dieron el paso ante la incertidumbre que planeaba sobre el futuro de esta finca de 177.548 metros cuadrados.

Carlos González, Eduardo Oria Sotés, Eduardo Oria Feliú (del primer estudio) y Antonio Valero. S. SALAS

«El inversor, tras dos años, se decantó por comprar suelo en otro lugar, pero el diseño de la torre que hicimos es perfectamente adaptable a cualquier idea», expone Eduardo Oria, que forma equipo junto a su hijo Eduardo y Carlos González. Su propuesta consiste en un edificio de 135 metros de altura con formas redondeadas que podría combinar viviendas, oficinas o incluso un hotel, que incluiría espacios verdes en varias plantas y estaría rematado en la cubierta por una imponente terraza que podría servir de restaurante. La torre se complementaría en la base con un centro comercial de siete plantas (tres subterráneas y cuatro en superficie) diseñado en su estructura como si fuera el casco de un barco metido en el mar y con el tejado simulando una ola, según explica Antonio Valero. En su conjunto, 61.000 metros construidos cuya obra rondaría los 150 millones de euros.

¿Podría ser una realidad? De momento, habrá que esperar a los movimientos que pueda hacer la Sareb. Lo mismo que ocurre con las otras tres torres que le corresponden al Ayuntamiento. En principio, el planeamiento vigente le otorga otras 500 viviendas, aunque el alcalde, Francisco de la Torre, ya ha expresado en varias ocasiones su intención de reducir los usos residenciales para potenciar los de oficinas. Lo que sí parece despejado de una vez por todas es el futuro de estos terrenos después de casi dos décadas de parálisis, primero por los trámites urbanísticos, luego porque la crisis echó por tierra la iniciativa privada de levantar los cuatro rascacielos y, por último, por el bloqueo institucional debido a las discrepancias entre los metros cuadrados de ladrillo y los destinados a zonas verdes.

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