Un estudio del Ibima revela que un 40% de los mayores con fractura de cadera sufren desnutrición

Los resultados de esta investigación, realizada por expertos en el campo de la salud, revelan hallazgos «preocupantes» sobre el estado nutricional de los pacientes y resaltan la necesidad de una protocolización adecuada del cribado y tratamiento nutricional.

Las fracturas de cadera por fragilidad son lesiones graves y debilitantes que afectan principalmente a personas de edad avanzada. «Estas fracturas no solo tienen un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes, sino que también representan una carga considerable para el sistema de atención médica en nuestro país», señalan los investigadores.

El estudio llevado a cabo por el equipo de investigación que dirige Gabriel Olveira evaluó a 300 pacientes mayores de 65 años hospitalizados con diagnóstico de fractura de cadera. Utilizando diferentes herramientas de evaluación nutricional, se descubrió que una alta proporción de estos pacientes presentaban desnutrición.

Según los resultados del estudio, un 42% de los pacientes evaluados presentaban riesgo de desnutrición, y un 37,3% desnutrición confirmada. Además, el estudio también registró tasas de mortalidad a tres, seis y doce meses siendo mayor en las personas con peor estado nutricional.

Olveira ha señalado que «nuestros hallazgos resaltan la necesidad de abordar adecuadamente la desnutrición en pacientes ancianos con fracturas de cadera. La evaluación nutricional temprana mediante cribado y valoración morfofuncional y la instauración de un tratamiento adecuado podrían ayudar a mejorar la salud y el bienestar de estos pacientes, así como a reducir las tasas de mortalidad y complicaciones a largo plazo».

Este estudio proporciona una perspectiva crucial sobre la alta prevalencia de desnutrición en pacientes ancianos con fracturas de cadera y destaca la importancia de la detección temprana.